Coronavirus
Durante la última semana se suceden caceroladas en algunas zonas de Madrid, como el barrio de Salamanca o Chamartín, promovidas por manifestantes que protestan contra la gestión del coronavirus por parte del Gobierno.
Estos manifestantes piden la dimisión del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Salen a la calle para expresar su crítica postura ante la situación actual y protestan contra la mala gestión de la pandemia por parte del Ejecutivo, tal y como ellos lo ven.
Estas caceroladas, repartidas ya en varios puntos de España, piden también la reanudación de la actividad económica, ya que muchos empresarios aún no han dejado de generar pérdidas desde que se decretara el estado de alarma.
El hecho de que la Comunidad de Madrid aún no pase a la fase 1 de la desescalada del coronavirus y el Gobierno no haya hecho públicos los informes que sostienen esta decisión, también ha sido criticado en estas caceroladas. Los manifestantes lamentan seguir confinados, y muchos de ellos creen que esta medida atenta contra la libertad de los ciudadanos.
Estas son algunas de las razones por las que, al grito de "¡libertad, libertad!", varios grupos de ciudadanos salen cada día a la calle para expresar su descontento con la gestión del coronavirus por parte del Gobierno, en muchas ocasiones sin respetar las distancias de seguridad ante el coronavirus. Sánchez respeta las críticas e insiste en la importancia de cumplir esta distancia social.