Ley mordaza
La reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana se enfrenta en el Congreso a "la hora de la verdad", sin que el Gobierno y sus socios logren un acuerdo. El PSOE pide responsabilidad a "todos".
La Ley de Seguridad Ciudadana, más conocida como 'ley mordaza' y aprobada en 2015 por el PP de Rajoy cuando tenía mayoría absoluta, pasa en el Congreso de los Diputados por un momento decisivo. Este miércoles ha concluido el trabajo de la Ponencia, penúltimo paso antes de enfrentar la norma a su votación final en pleno. Esta última reunión ha dejado listo el dictamen con los acuerdos alcanzadoshasta ahora por Partido Socialista, Unidas Podemos, ERC, PNV, Bildu y Junts, las seis formaciones partidarias de la reforma.
El texto incorpora la conformidad para modificar más de medio centena de artículos. Sin embargo, las discrepancias en varios puntos aún pendientes, alejan la posibilidad de dejar sin efecto la norma del PP antes del final de esta legislatura. El dictamen mantiene intactos los "aspectos más lesivos" de la ley. Son las devoluciones en caliente de inmigrantes en las fronteras de Ceuta y Melilla, las infracciones por faltas de respeto a agentes o, entre otros, la utilización de pelotas de goma por parte de la policía.
ERC y Bildu rechazan una "reforma light"
El Gobierno celebra el paso "decisivo" dado este miércoles tras casi cinco años de trabajo, pero reconoce "discrepancias importantes" con sus socios. "Pensamos que hay que seguir avanzando. Sería muy triste que el esfuerzo decayera y el país siguiera dos o tres años más con la ley del PP", afirma Enrique Santiago, portavoz adjunto de Unidas Podemos y encargado de capitanear las negociaciones entre los grupos, a la salida de la ponencia. Por eso, el PSOE reclama a sus socios responsabilidad. "Todos debemos ser responsables a la hora de ceder para que la ley salga. El PSOE ha hecho esfuerzos, ha sido muy generoso", asegura el diputado socialista David Serrada a ERC y Bildu.
ERC ha permitido con su voto sacar adelante de la ponencia el dictamen para que sea debatido en Comisión. "Esto no quiere decir que hayamos llegado a un acuerdo", ha puntualizado la diputada republicana, María Carvalho Dantas. Los republicanos están dispuestos a seguir negociando, pero reclaman una ley pensada en los ciudadanos, según su criterio, y "no en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado".
La reforma debe pasar, insisten también en Bildu, por los artículos "más represivos" y sancionadores de la norma. "Pedimos desactivarlos, es de sentido común", ha defendido el diputado abertzale, Jon Inarritu. Acusan al PSOE de querer mejorarla solo “un poco” y se oponen a mantener el texto tal y como está. "Estamos ante una 'Ley mordaza' light. Nos comprometimos a derogarla al completo", ha expresado tajante Iñárritu ante los medios.
El Gobierno necesita 176 votos a favor para su reforma
La reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana será debatida ahora en la Comisión de Interior. Es un paso más en su trámite parlamentario para el que el Gobierno tan solo ha conseguido convencer a uno de sus socios habituales, el PNV. Los independentistas, catalanes y vascos, mantienen que los artículos pactados hasta ahora se quedan cortos y no tocan el corazón de la Ley Mordaza. El problema es que sus votos son clave para modificar la norma
Al legislar derechos fundamentales y libertades públicas, la Ley de Seguridad Ciudadana es una ley orgánica. La Constitución establece que toda ley orgánica depende de una mayoría absoluta del Congreso (en una votación final sobre el conjunto del proyecto) para su aprobación, modificación o derogación. Y en este caso, al Ejecutivo de coalición no le dan los números. Si la norma llegase al pleno con los apoyos actuales, solo tendría asegurados los votos de los diputados del Partido Socialista (120), Unidas Podemos (34) y el Partido Nacionalista Vasco (6). En total, 160 votos. Lejos de los 176 necesarios para alcanzar la mayoría absoluta.