PSOE
La exvicepresidenta del Gobierno se desmarcaba este jueves de su grupo parlamentario y se abstenía en la votación de la Ley Trans. Ahora, el partido ha abierto un expediente sancionador contra ella.
Tras varios meses de intensas negociaciones y discrepancias dentro incluso del propio Gobierno, el Congreso de los Diputados daba este jueves luz verde a uno de los proyectos más importantes del Ministerio de Igualdad: la Ley Trans.
Con 188 votos a favor, 150 en contra y 7 abstenciones, el texto presentado por la cartera de Irene Montero salía hacia adelante y conseguía un amplio respaldo de la cámara. También del PSOE, que semanas atrás anunciaba enmiendas que alteraban algunos 'puntos clave' de esta ley y provocaba un gran malestar en el seno del Ejecutivo de coalición.
Una rama de los socialistas discrepaba con Irene Montero por algunos asuntos comola autodeterminación de género o la autorización judicial en menores de 14 a 16 que esta nueva Ley suprime. Entre esas voces del PSOE, la de Carmen Calvo, que este pasado jueves rompía la disciplina de voto asegurando asumir las consecuencias de sus actos.
Mientras la mayoría de la bancada socialista daba luz verde al proyecto de Ley Trans, la exvicepresidenta del Gobierno se desmarcaba de su propio grupo parlamentario y optaba por la abstención, un movimiento que realmente no alteraba el resultado de la votación pero que sí generaba gran polémica entre, por ejemplo, las asociaciones LGTBIQ+.
El PSOE abre un expediente a la exministra de Igualdad
"Estoy de acuerdo con que exista una ley, pero no esta ley. Por eso no puedo coincidir con el 'no' de las derechas, que no están nunca para proteger a estos colectivos. He votado en un día difícil la opción más compleja y asumo las consecuencias de mis actos, siempre", subrayaba Calvo tras la votación en el Congreso de los Diputados.
Ahora, el PSOE ha decidido abrir un expediente sancionador a la que fuera vicepresidenta del primer Gobierno de Sánchez por su abstención, que podría enfrentarse a una multa de 600 euros, tal y como queda recogido en el reglamento interno del partido.
En este sentido, la dirección del Grupo Parlamentario Socialista, encabezada por Patxi López, tendrá la última palabra: antes, designará a un instructor para estudiar el caso, valorando el contexto político y la transcendencia de la votación, y escuchará a la propia diputada.