Elecciones País Vasco
El PSE tiene la llave de Ajuria Enea ya que teóricamente también podría hacer lehendakari a Pello Otxandiano, de EH Bildu, pero el candidato socialista, Eneko Andueza, ha negado de forma tajante esta posibilidad durante toda la campaña.
El PNV y EH Bildu empatan a 27 escaños en las elecciones del País Vasco 2024, aunque la coalición abertzale se queda por detrás en votos con el 100% del voto escrutado. El PSE-EE se consolida como tercera fuerza con 12 escaños, el PP como cuarta con 7. Vox y Sumar cierran la composición del Parlamento con 1 escaño.
Esta situación deja a los socialistas vascos como el partido llave que podría posibilitar el gobierno al PNV, ya que podrían reeditar el pacto de las pasadas elecciones autonómicas celebradas en 2020.
Precisamente, el papel determinante de los socialistas sale fortalecido de las urnas gracias a la mejora de su resultado respecto a los comicios de 2020. Su candidato, Eneko Andueza, incrementa de 10 a 12 los diputados, lo que le garantiza tener en su mano los votos para elegir al lehendakari de PNV o EH Bildu, aunque la segunda posibilidad parece remota.
De hecho, Andueza ha asegurado "que nadie tenga ninguna duda" de que el voto socialista servirá para lo que han dicho durante "toda la campaña", en la que han asegurado la reedición del actual Ejecutivo de coalición con el PNV.
El PSE ha rozado el 15% de los votos y consigue 4 escaños en cada una de las tres provincias, si bien la mejora del resultado respecto a hace cuatro años es consecuencia de un recuento ajustadísimo tanto en Vizcaya como en Guipúzcoa, donde han ganado el último escaño en reparto por apenas 700 y 500 votos respectivamente.
"El PSE ha obtenido un extraordinario resultado en estas elecciones", ha celebrado Andueza. En su balance, Andueza ha sostenido que "no tenía ninguna duda" de los resultados.
"Quiero gradecer en primer lugar a todos los vascos y vascas que nos han dado su confianza en las urnas, muchas gracias a todos y a todas, que nadie tenga ninguna duda que todas las personas que han confiado en el PSE, que su voto va a servir para lo que hemos dicho durante toda la campaña, va a servir para mejorar la vida de los vascos y las vascas, proteger y mejorar los servicios públicos, para hacer la política que quiere una inmensa mayoría en este país", exclamaba el candidato socialista.
Eneko Andueza, que reconoce al consejero de Planificación Territorial del Gobierno Vasco, Iñaki Arriola, como su “padre político”, es el ejemplo de una carrera y un relevo político bien planificado.
Natural de Eibar como Arriola, se afilió con 17 años y en 2008 comenzó a formarse como concejal en Andoain para pasar a ser concejal de Eibar (2011-2016) con su mentor y apoderado en las Juntas de Gipuzkoa, donde poco después fue el portavoz.
De ahí pasó en 2016 al Parlamento vasco, donde también fue portavoz, y en 2017 se convirtió en el secretario general de los socialistas guipuzcoanos.
En noviembre de 2021 Andueza, licenciado en Ciencias Políticas, casado y con dos hijas, fue elegido secretario general del PSE-EE, lo que en la práctica supone ser también el candidato a lehendakari, con dos años y medio de tiempo para lanzar su candidatura.
Ya en clave nacional, la victoria por los puntos del PNV da un respiro al PSOE, al que habría puesto en aprietos una victoria en escaños de EH Bildu. El impulso de los abertzales no parece que vaya a poner en peligro el frágil equilibrio en el Congreso. Peor pronóstico para los socialistas tiene el fracaso del espacio de Podemos y de Sumar.
Los socios del Gobierno de Sánchez, encabezados por Yolanda Díaz, se evaporan elecciones tras elecciones. Nada indica que en los comicios europeos se vaya a romper esta tendencia, aunque el sistema electoral en estas elecciones, de circunscripción única, pueden maquillar algo el resultado y permitir que tanto Podemos, como Sumar obtengan un resultado discreto.
La investidura del lehendakari suele producirse alrededor de dos meses después de las elecciones, según la experiencia de comicios anteriores, aunque no hay plazos legales fijados para ello. De cumplirse esta regla no escrita, la designación del lehendakari de la XIII legislatura podría materializarse la semana del 10 de junio o la siguiente, justo después de las elecciones europeas, si la campaña electoral previa no interfiere y retrasa la constitución del Parlamento Vasco que salga de las urnas.
La Ley de Gobierno establece que si en el plazo de sesenta días desde la convocatoria del Parlamento para la investidura esta no se produce, el lehendakari en funciones deberá disolver el Parlamento y convocar nuevas elecciones, algo que no ha sucedido nunca en Euskadi.
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