Golpeando cacerolas, sartenes y tapaderas para hacerse oír por los poderes públicos, unos dos millares de españoles marcharon el sábado por el centro de Madrid para denunciar que los efectos de la crisis recaigan en la población mientras los bancos son rescatados.

Convocados por los 'indignados' bajo el lema 'No debemos, no pagamos', hombres y mujeres de todas las edades, algunos con niños, partieron en un ambiente festivo de la sede de la Unión Europea en la capital española para acabar desembocando en la emblemática plaza de la Puerta del Sol.

"Es mentira todo lo que nos están diciendo, que la causa de esta crisis es el gasto de los servicios públicos, de la sanidad, de la educación, cuando sabemos que los gobiernos están financiando a los bancos", afirma Marita Casa, maestra jubilada que sobre la cabeza luce una cacerola adornada con un flor.

A su alrededor, cientos de personas gritan "¡No es una crisis, es una estafa!" y "¡Esta deuda no la pagamos!".

Aunque menos numerosos que en otras protestas, logran provocar un gran estruendo: tambores, cazos, cucharones, palos o timbre de bicicleta, todo vale.

"La idea es hacer mucho ruido para que nos escuchen, aunque ya sabemos que estos dirigentes no tienen oídos para nosotros", dice Marita, que pide "un sistema económico diferente, que no esté basado en el crecimiento sino en las personas".

Mientras, un anciano reparte entre la multitud pancartas en las que puede leerse "Dictadura de bancos NO", "Privatizan para robar más" o "Euro-robo"."Me parece patético que le hayan dado a la Unión Europea el premio Nobel de la Paz", se indigna Olga Díez, administrativa de 45 años, considerando que Bruselas también es responsable de que el ciudadano de a pie pague por una crisis que no provocó.

"Estoy harta de que me recorten. Si recortan el sueldo a un médico que tiene que atenderme, a mí me afecta, si le recortan a un bombero también me afecta, si es a un maestro nos afecta a todos", dice esta empleada de una promotora inmobiliaria que lleva tres meses sin cobrar.

Junto a ella, Pablo Manzanegue, desempleado de 41 años, pide "un macrojuicio"."Hay que exigir responsabilidades civiles y penales a todos los niveles, empresarios, políticos, banqueros, y que devuelvan todo el dinero que han robado", agrega Antonio Pérez, ingeniero de 40 años.

Protesta en Barcelona
Unas 1.500 personas, según la Guardia Urbana, se han concentrado en la plaza Catalunya de Barcelona en una cacerolada convocada en ciudades de todo el mundo en rechazo al pago de la deuda pública, por considerarla ilegítima y que sólo beneficia al poder financiero. 

La concentración ha atronado la plaza Catalunya de Barcelona con multitud de manifestantes que han hecho sonar cacerolas, llaves y otros objetos de percusión

Los organizadores han inflado en el centro de la plaza tres globos gigantes de color negro que simulaban tres bombas: uno con la inscripción "deuda", otro con la frase "mecanismo de estabilidad europeo" y un tercero en el que se podía leer "movimiento 13-0".

"Que se joda la troika". "1940, 70 millones de muertos. 2012 ¿cuántos muertos?" son los lemas de algunos de los carteles enarbolados en la protesta, que denuncia que la deuda pública es, además de ilegítima, un mecanismo de opresión de la ciudadanía y una excusa para imponer recortes sociales y privatizaciones.

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