AUDIENCIA NACIONAL
El juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz ha decretado este jueves prisión incondicional para los dos presuntos yihadistas detenidos el martes en la barriada de El Príncipe de Ceuta y que presuntamente estaban listos para cometer atentados en España.
Ruz ha enviado a ambos a prisión por delitos de integración en organización terrorista y tenencia ilícita de armas en el marco de unas diligencias que se mantienen bajo secreto, han informado fuentes jurídicas.
Uno de los detenidos se encontraba además en busca y captura desde mayo de 2014 por una condena a 5 años y 6 meses de cárcel que le impuso la Audiencia de Provincial de Cádiz, con sede en Ceuta, por delitos de lesiones y tenencia ilícita de armas.
Según informó la Comisaría General de Información de la Policía Nacional a raíz de las detenciones, los dos presuntos yihadistas, que fueron trasladados esta mañana a la Audiencia Nacional rodeados de fuertes medidas de seguridad, "formaban parte de una célula plenamente preparada y dispuesta para atentar en el territorio nacional".
La detención de ambos es continuación del dispositivo llevado a cabo el pasado día 24 de enero, también coordinado por la Audiencia Nacional, en el que se detuvo a dos parejas de hermanos fuertemente radicalizados, adiestrados y dispuestos a cometer un atentado e inmolarse en el intento. Farid Mohammed Al Lal y su hermano Mohammed; y Anwar Alli Amzal y su hermano Rodouan -de nacionalidad española, origen marroquí y con edades comprendidas entre los 20 y los 39 años- fueron los cuatro arrestados entonces en Ceuta en la denominada operación Chacal.
El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, destacó tras aquellas detenciones, el paralelismo en los perfiles de los arrestados con los de los hermanos Kouachi, responsables ese mismo mes en París del atentado contra el semanario satírico francés Charlie Hebdo.
La del mes de enero fue la primera operación contra el yihadismo llevada a cabo en España en 2015 después de que el pasado año hubieran sido arrestados 40 presuntos yihadistas, muchos de ellos gracias a la colaboración de Marruecos.
La diferencia con los arrestos de 2014 es que los seis presuntos yihadistas detenidos en lo que va de este año constituían una célula operativa dispuesta a atentar, según los investigadores, mientras que los del año pasado eran presuntos integrantes de células de captación de radicales para ser enviados a combatir a lugares en conflicto.