Exhumación de Franco
La exhumación de Franco del Valle de los Caídos y la situación en Cataluña son los dos grandes asuntos de campaña del Partido Socialista. Cataluña sí interesa a los demás partidos, pero PP y Ciudadanos prefieren hablar lo menos posible de los restos de Franco, mientras que Pablo Iglesias critica que Pedro Sánchez haga electoralismo con eso.
El líder de Unidas Podemos (UP) ha exigido a Sánchez que no use como "munición electoral" la exhumación de Franco, un acto que considera que no es más que una "levísima reparación de la dignidad democrática del país". En un acto con colectivos sociales en Murcia, Iglesias ha considerado una "buena noticia que en un país normal no haya una tumba de Estado para un dictador", algo que "sería inimaginable en Italia con Mussolini o en Alemania con Hitler".
"Sería indigno que alguien se lo atribuyera como munición electoral"
El Gobierno cuenta también con el apoyo de Más País. Errejón ha abogado por despejar del mapa político la "clave nostálgica" y los debates sobre dónde debe estar enterrado Franco. Su apuesta, ha dicho en el acto de presentación de su programa electoral, es "mirar al futuro" para abordar la transición ecológica y la creación de empleo estable.
Por su parte, Rivera pide al ejecutivo que tenga como prioridad los problemas de la gente y que deje de hablar de Franco. El líder de Ciudadanos ha reclamado que la campaña electoral sirva para hablar "más de educación" y menos "de Franco, de sus huesos y del aborto".
"Algunos solo critican a los dictadores cuando han muerto"
Desde Vox critican al Gobierno por seguir hablando de la dictadura. El portavoz del partido en el Ayuntamiento de Madrid, Javier Ortega Smith, ha lamentado que algunos vivan aún en el pasado "y no quieran salir de él" con el tema de la exhumación de Franco.
El PP ha declinado hablar este viernes en el Congreso de la exhumación de los restos mortales del dictador Francisco Franco que el Gobierno prevé llevar adelante antes del próximo 25 de octubre, pero sí ha aprovechado para pedir al Ejecutivo "menos electoralismo" y "menos regusto por las dos Españas".