Coronavirus
La crisis sanitaria generada por el coronavirus ha dado paso a un rifirrafe político. Los partidos de la oposición, principalmente PP y VOX, opinan que la gestión del Gobierno está siendo improvisada.
La última batalla ha tenido lugar a raíz de los test de detección de coronavirus que el Gobierno adquirió a China a través de un proveedor nacional y que han resultado ser poco fiables.
El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha señalado que se van a devolver un total de 58.000 test diagnósticos del coronavirus por no tener "el nivel de fiabilidad requerido", y que serán sustituidos por otros que sí cumplan con los requisitos de calidad necesarios.
Estos test rápidos con menor sensibilidad fueron detectados en una partida de 8.000 que se entregaron el pasado fin de semana a la Comunidad de Madrid. Esta gestión en la compra ha sido criticada por el PP y VOX.
El partido de Pablo Casado asegura que serán leales al gobierno, pero que ojo se callarán “ante este descontrol”.
La formación de Santiago Abascal ha acusado al ejecutivo de Pedro Sánchez de mentir y ha solicitado el expediente administrativo de la compra de esos test defectuosos.