EN UN ACTO EN BARCELONA
El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, ha hecho "autocrítica" por su batalla con el secretario político del partido, Íñigo Errejón, y ha reconocido, por ejemplo, que ha sido un "error" airear debates internos y lanzarse reproches en los medios de comunicación.
La Sala Ibèria de Sant Feliu de Llobregat (Barcelona) ha acogido esta tarde -ante unas 700 personas, según la organización- el primer acto conjunto de Pablo Iglesias con el secretario general de Podem Cataluña, Albano Dante Fachin, que ha exhibido así su sintonía con el actual secretario general de Podemos, en pleno pulso con Errejón.
"Hemos cometido el error de llevar debates internos a lugares donde nos estábamos exponiendo a que nos hicieran daño. Los medios de comunicación no son el espacio para los reproches", ha admitido.
"La unidad de Podemos es una condición de posibilidad del cambio"
Pablo Iglesias ha destacado que la unidad de Podemos es "más importante que los besos, que son maravillosos, y que las relaciones privadas que podamos tener entre nosotros". "La unidad de Podemos es una condición de posibilidad del cambio. No hay diferencia ni particularismo que pueda ponerse por encima de la necesidad del cambio político. La diferencia debe servir para sumar, debatir nunca puede ser dividir. Esto no siempre lo hemos tenido claro. Asumo la autocrítica", ha zanjado.
Según Iglesias, Podemos debe salir de su próxima asamblea "como una piña", porque "si no estamos unidos va a ser mucho más difícil cambiar las cosas, que es para lo que estamos aquí, y no para mirarnos el ombligo".
En el transcurso del acto, Albano Dante Fachin ha topado con los abucheos de una parte de los asistentes cuando defendía el nuevo partido de los 'comunes', en confluencia con otras fuerzas de izquierda. Iglesias ha reprendido a los asistentes que han abroncado a Fachin: "En un acto público no se abuchea a nadie, compañeros".
Los críticos han repartido a la salida del acto unas hojas en las que subrayaban que Albano Dante no les representa porque es un "títere" en manos de los sectores anticapitalistas agrupados en Revolta Global.