EN EL CONGRESO FEDERAL EXTRAORDINARIO
El líder electo del PSOE, Pedro Sánchez, ha sido ratificado como secretario general de los socialistas, con el riojano César Luena como "número dos" y la andaluza Micaela Navarro en la presidencia, en el congreso federal extraordinario con el que culmina el proceso sucesorio de Alfredo Pérez Rubalcaba.
En su discurso ante los delegados ha prometido que su partido será el de la "honradez intransigente" y ha asegurado que no le va a temblar la mano para echar a ningún corrupto de sus filas
Sánchez se ha mostrado convencido de que los españoles no aceptan "trapicheos ni tejemanejes". "No me va a temblar el pulso para echar a ningún corrupto del PSOE", ha asegurado.
Sánchez se ha comprometido además a hacer asambleas abiertas y a rendir cuentas ante la militancia cada año, así como a estar cerca de los militantes y de la ciudadanía. "Hay muchos militantes que con su voto -ha dicho- nos han dicho que no podremos cambiar España si la miramos desde una ventana".
Por eso quiere un PSOE "abierto y participativo", un camino que se ha iniciado con la consulta a las bases del pasado día 13 y que, a su entender, deberán seguir otras fuerzas políticas, porque la sociedad no va a aceptar a ningún partido que "no sea plenamente democrático".
También ha pedido hablar "lo justo del PSOE", en un llamamiento para que en su partido se dejen de lado las cuestiones internas.