Pedro Sánchez no responde a las preguntas sobre la ruptura con Argelia y pide ayuda a Bruselas

Las relaciones entre Argelia y España han provocado un terremoto político entre los socios de Gobierno y entre el resto de fuerzas. Sin embargo, este jueves, varios ministros de Pedro Sánchez han asegurado que no hay nada que temer y que la decisión del país magrebí de suspender su tratado de amistad con España no tendrá efectos graves, especialmente en el suministro de gas o en su precio.

Sánchez no habla de Argelia

Sobre la ruptura bilateral se ha pronunciado el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, el responsable del Interior, Fernando Grande-Marlaska, el de Presidencia, Félix Bolaños y también el titular de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas. Mientras que el presidente del Ejecutivo ha preferido guardar silencio y no hablar del asunto.

En su vista de hoy al Centro de Entrenamiento de la Nasa, en la localidad madrileña de Robledo Chavela, para presentar el proyecto estratégico aeroespacial se ha referido a cuestiones de actualidad, como el tope al precio del gas aprobado ayer por la Comisión Europea, pero no ha respondido a la situación con Argelia. El líder del Ejecutivo ha preferido evitar, de momento, el asunto. Si bien es cierto, ayer, ante el Congreso de los Diputados, sí se refirió a esa decisión de cambiar la política española sobre el Sáhara Occidental, después de casi cinco décadas, aunque no aclaró los motivos.

Bruselas llama al diálogo bilateral

Horas después de su intervención en la Cámara Baja, Bruselas ha movido ficha y ha pedido a Argelia que "revierta" su decisión y reconsidere la suspensión del tratado de amistad con España, suscrito hace casi 20 años.

En este contexto, el responsable de la cartera de Exteriores ha modificado su agenda y finalmente se desplazará este viernes a Bruselas para participar en un encuentro con el vicepresidente de la CE responsable de la política comercial europea, Valdis Dombrovskis.