Gira europea
Pedro Sánchez continúa con su gira europea en busca de aliados que apoyen su plan para reformar el mercado energético.
Segunda parada, Rumanía. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, viaja esta mañana hasta Bucarest para reunirse con el presidente y el primer ministro.
A todos los líderes europeos con los que va a reunirse estos días les va a explicar lo mismo, que es necesario reformar el mercado energético para evitar que los precios se disparen. Sánchez lleva meses defendiendo que es necesario dejar de depender tanto del gas ruso. En concreto, desde el verano pasado cuando empezó a subir la factura de la luz.
Fuentes del gobierno aseguran que en ese momento nadie tomó en serio sus propuestas pero que ahora, con la invasión de Rusia a Ucrania y con los precios por las nubes, cada vez más líderes europeos están tomando conciencia de que hay que hacer algo de manera urgente.
Es lo que quiere conseguir Sánchez con esta gira. Convencerles de que se sumen a su propuesta de reforma del mercado, una propuesta que va a defender en el próximo Consejo Europeo que se celebra los días 24 y 25 de marzo en Bruselas. Lo que hay que conseguir, dicen esas mismas fuentes, es modificar el sistema actual de precios para evitar que el elevado precio del gas contagie la factura de la electricidad.
Eso es lo que le contó el presidente español a su homólogo eslovaco anoche. Sánchez viajó a Bratislava para reunirse con Eduard Heger y recibió su apoyo. También para impulsar las interconexiones energéticas y, en concreto, el gasoducto Midcat, el proyecto de conexión gasista con Francia que está paralizado.
También se lo explicó por la mañana a su homólogo croata, Andrej Plenkovic, a quien recibió en el Palacio de la Moncloa. Y el mismo discurso mantendrá el viernes en Roma cuando se reúna con los líderes de Italia, Portugal y Grecia en una cumbre a cuatro. Esta es la más importante de las citas porque aquí podría cerrarse un frente sur que sume posiciones en el asunto energético.
Pero el hueso duro de roer se lo encontrará el viernes por la tarde en Berlín. Sánchez planea verse con el canciller alemán, Olaf Scholz, uno de los más contrarios a reformar el mercado energético. Si consigue que Scholz se sume a su proyecto, Sánchez podrá ir a Bruselas la semana que viene con una posición de fuerza que no ha tenido hasta ahora. Y podrá defender con un amplio respaldo su plan de reformas.
Si no se amplía con alguna otra nueva visita, la gira terminará el martes con un viaje a Irlanda.