Investidura Pedro Sánchez
En la última intervención del candidato a la investidura, Pedro Sánchez, sus palabras han hecho un repaso por los puntos que pretende abordar en la legislatura en el marco del gobierno de coalición. Un alegato a la esperanza en su mandato y una última petición del voto para su coalición de "moderación y progreso".
Sánchez inició su última intervención agradeciendo la labor negociadora de Adriana Lastra durante estas semanas y también a todos los diputados socialistas. Además ha criticado la postura de la derecha y las palabras de Inés Arrimadas haciendo alusión al transfuguismo en el cierre de la primera sesión de investidura.
Sus últimas palabras han sido para pedir a los socialistas y a sus socios de Unidas Podemos "moderación y progreso" y presentando su futuro Gobierno de coalición como el "mejor antídoto contra la coalición del apocalipsis", en alusión a los grupos de la derecha. Sánchez ha arremetido contra ellos por su "rencor", por "no haber aprendido a perder" y ha recalcado la "ilusión" que despierta ya el futuro gobierno progresista.
Las bancadas socialista y de Unidas Podemos, en pie
Las bancadas socialista y de Unidas Podemos se han puesto en pie en el momento en el que el presidente todavía en funciones ha repasado los motivos por los que hay que tener esperanza ante el Gobierno que espera estrenar.
Especialmente ha hecho alusión a que también los "catalanes y españoles" que quieren vivir "en concordia" y que reivindican los valores de la Constitución Española que el Partido Socialista, el Partido Comunista y los nacionalistas moderados, entre otros, pusieron en marcha hace cuarenta años.
"Frente al insulto, la mesura; frente al acoso, la templanza y frente a la amenaza, el respeto y la voluntad de diálogo será la mejor reivindicación de la mejor políticas", ha dicho Sánchez.
La "coalición del apocalipsis con su rencor, con su España en blanco y negro" y trabajar con responsabilidad y con "altura de miras" apostando por el diálogo, "Incluso con aquellos que nos insultan", ha dicho dirigiéndose a la derecha en el cierre de una sesión muy bronca y tensa.