APELAN A LA PRUDENCIA
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha apelado a la prudencia ante una posible reforma de la Constitución y ha advertido de que no es momento para "frivolizar" ni para que se planteen "ocurrencias e historias".
Rajoy, en una declaración previa a su participación en el acto organizado en el Congreso con motivo del Día de la Constitución, ha reiterado su disposición a escuchar las propuestas de reforma constitucional que sean razonables, pero insistiendo en que debe tenerse claro qué se quiere cambiar y qué es lo que no hay que tocar.
El jefe del Ejecutivo ha subrayado que si se creara en el Congreso una subcomisión para la reforma de la Constitución, habría que tener "una idea aproximada de cuál es el final" de la misma. "Estas cosas conviene hablarlas y pactarlas", ha reiterado Rajoy, quien ha hecho hincapié en que habría que fijar con claridad qué se quiere preservar. Para él, eso pasa por garantizar la unidad de España, la soberanía nacional, la igualdad de todos los españoles sus derechos y libertades fundamentales, la pertenencia a Europa y los pilares básicos del Estado del bienestar.
El ministro de Economía español, Luis de Guindos, afirmó que para plantearse reformar la Constitución es necesario antes saber con qué objetivo y contar con un amplio consenso, que espera pueda construirse en esta legislatura. "Sobre la reforma de la Constitución, lo que hay que ver en primer lugar es lo que se quiere hacer, no puedes abrir un melón sin saber cuáles son los objetivos del mismo", aseguró De Guindos a su llegada a la reunión de ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea, el Ecofin.
"Lo fundamental aquí es conocer, saber, qué es lo que se quiere y tener un acuerdo, consenso. Hay que tener en cuenta que la Constitución se aprobó en España con un consenso enorme, y el referendo mostró un apoyo enorme de la población española", recalcó. "La cuestión es si efectivamente existe consenso en estos momentos. No se trata de la reforma de la Constitución por la reforma de la Constitución, sino efectivamente para algo, algo que se haya asumido por la mayoría de las fuerzas políticas en España", añadió.
El ministro señaló que "espera" que sí se logre este consenso a lo largo de la presente legislatura, "pero eso es algo que se tiene que construir", avisó. Con matices a uno y otro lado, prácticamente toda la clase política coincide en que ha llegado el momento de reformar la Carta Magna en asuntos que llevan tiempo sobre la mesa, como la sucesión de la Corona, la consolidación de derechos y el modelo territorial.
No obstante, el Partido Popular y el Gobierno de Mariano Rajoy apelan a la prudencia para que la futura reforma mejore el texto actual y no abra debates que luego no se sepa bien cómo cerrar. El PP quiere contar con Ciudadanos y también con el PSOE para abordar esa puesta al día de la Carta Magna.
Los socialistas, que abogan por un proyecto federal del Estado que se sometería a votación de los españoles, ya han emplazado al Gobierno a abordar de manera inmediata esa reforma y, para ello, pedirán próximamente la creación de una subcomisión parlamentaria para iniciar ese proceso. Mucho más ambiciosa es la reforma que demanda Podemos y su socios de Izquierda Unida (IU), que apuestan por un proceso constituyente que remueva los cimientos del Estado, comenzando por la Monarquía