Presidente Castilla-La Mancha
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, "reprocha" al ex presidente del Gobierno, Zapatero y a Rubalcaba, "lo tímidos que fueron de presumir del final de ETA" y asegura que sería "inmoral" que se planteara ahora una "contraprestación" por el final de la banda.
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha manifestado su convencimiento de que el Gobierno de España "ni este, ni ninguno" va a plantear como "una compra-venta o un alquiler de intereses" el final de ETA.
Asegura que se trata de un "problema moral" y que va más allá de las "elecciones y más allá de la política". Hace unos días, Antena 3 Noticias tuvo acceso a un vídeo en el que Arnaldo Otegi, coordinador de EH Bildu, expresaba que si para "sacar a 200 presos de la cárcel" hay que votar a favor de los Presupuestos Generales del Estado para 2022 "pues votamos, así de alto y claro os lo digo".
Cuenta Page que el fin de ETA, hace ya 10 años, "fue una renuncia unilateral" que se produjo por varias circunstancias y "sin contraprestaciones".
"El hecho de que Otegi interviniera en la fase final intentando mediar o intermedia respondía a la necesidad o al interés de su formación política de buscar una salida a lo que ya tenía y de intentar dar una plataforma política", "hizo lo que tenía que hace en interés de su organización", dice el presidente de Castilla-La Mancha.
"Si no hubo contraprestación entonces, ahora resultaría más inmoral que se planteara", añade, sobre la posibilidad que Pablo Casado, líder del PP, también planteó en el Congreso al presidente Pedro Sánchez, de si habrá "presos por Presupuestos", una pregunta a la que Sánchez respondió con un "no rotundo".
Emiliano García-Page, sobre el fin de ETA, asegura que si algo tiene que "reprochar" a Zapatero y Rubalcaba es "lo tímidos que fueron a la hora de presumir del final de ETA": "Otros países lo hubieran declarado fiesta Nacional", añade.