TRAS LA REUNIÓN
El presidente del PP, Pablo Casado, ha rechazado este martes la petición de la que fue su contrincante en las primarias del partido, Soraya Sáenz de Santamaría, de que el 43% de los órganos del partido estén compuestos por personas que apoyaron su candidatura, y le ha ofrecido incorporar a personas valiosas de su equipo, pero sin "etiquetas".
"No se puede pasar de la lista más votada a la proporcionalidad en apenas dos días", ha señalado Casado, quien ha calificado de "estupenda" la conversación con Sáenz de Santamaría, pero ha recalcado que no se trata de negociar "un pacto de investidura entre adversarios políticos" sino de llegar "a un acuerdo entre compañeros".
"Queremos contar con personas que han ido en su lista o que forman parte de provincias o regiones que hayan tenido un mayor apoyo hacia su candidatura, pero esto no es una negociación de un pacto de investidura entre adversarios, sino un acuerdo entre compañeros", ha dicho, incidiendo en que quiere "contar con los mejores".
Además, ha mostrado su deseo de que Santamaría acepte incorporarse al Comité Ejecutivo en uno de los puestos de libre designación que dejó sin cubrir en el Congreso Nacional del pasado fin de semana.
Santamaría pide una representación "digna" en la dirección del partido
Tras la reunión, Sáenz de Santamaría ha revelado que ha pedido a Casado una representación en los órganos de dirección del partido que sea "digna" y "adecuada" y refleje ese 43 por ciento de apoyos que obtuvo su candidatura en el congreso extraordinario. También ha asegurado que hay por parte de ambos "sintonía total" porque ella, ha reiterado, quiere trabajar por la unidad como ha dicho en todo este proceso.
Según ha explicado a los periodistas en declaraciones en el Congreso, la negociación continuará ahora con un equipo designado por parte de cada uno, que en su caso encabezará José Luis Ayllón y en el de Casado, Teodoro García Egea, que serán quienes se sienten esta tarde a hablar "tranquilamente" de cómo organizarse.
Casado ha tenido esta una reunión crucial con Sáenz de Santamaría para tratar de hacer efectiva la integración real que ha prometido en el partido, un encuentro que se produce con el caso de su máster planeando de nuevo.
Un asunto que reapareció cuando la jueza que lo instruye imputó a tres compañeras de promoción del presidente de los 'populares' además de dejar constancia, en una providencia, de que la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) no ha encontrado los trabajos de Casado.
En el equipo Casado, y también desde la universidad, se ha subrayado que la URJC sólo tiene que guardar los trabajos durante un tiempo limitado, un máximo de cinco años según un documento que esta mañana ha mostrado Javier Maroto a los medios de comunicación.
El jefe de campaña de las primarias, Teodoro García Egea, ha señalado que se está tratando de estirar el caso para hacer daño a Casado, una teoría que han compartido otros miembros de su equipo, que han sugerido que desde otros partidos, incluido el del Gobierno, se intenta mantener vivo este asunto para dañar al nuevo líder.
El presidente del PP tiene poco menos de un día para terminar de perfilar su dirección y el nuevo organigrama del partido, y este miércoles tiene una reunión crucial que determinará parte de sus decisiones, la que va a mantener con Soraya Sáenz de Santamaría.
Tras la reunión, Casado tendrá que terminar de configurar su cúpula y las áreas del nuevo PP, que serán ratificadas en el comité ejecutivo nacional del próximo jueves en Barcelona.
Aunque siguen sin trascender los nombres que estarán en la cúpula 'popular', desde el equipo de Casado se transmitió ya la intención de que la secretaría general la ocupe una mujer.
Son varios los nombres que suenan para ocupar el número dos, como Esperanza Oña o Dolors Montserrat. Esta última fue la portavoz de la candidatura de Cospedal, cuyo apoyo a Casado en la segunda ronda ha sido determinante para su victoria.
Mientras sigue perfilando la dirección que quiere para su partido, Pablo Casado ha continuado consultando a sus antecesores en el cargo: Este martes estuvo en su despacho José María Aznar, y por la tarde fue el turno de Antonio Hernández Mancha, que fue presidente entre 1987 y 1989 y a quien Casado no conocía personalmente.
Al líder del PP le espera una jornada intensa en la que además de su reunión con Sáenz de Santamaría y de terminar de diseñar su dirección tiene, por la tarde, otro encuentro clave: Será recibido por el Rey en el Palacio de la Zarzuela.