DECLARA EN EL SUPREMO POR EL 'CASO CAMPEÓN'
José Antonio Orozco, imputado en la "Operación Campeón" sobre una presunta trama de obtención fraudulenta de ayudas públicas, ha reconocido durante su interrogatorio en el Supremo que puso al corriente al ex ministro de Fomento, José Blanco, de los problemas que su empresa tenía para la obtención de una licencia para abrir una nave en unos terrenos de Sant Boi (Barcelona) y sobre la afectación de la ampliación del aeropuerto de La Coruña.
El empresario argumenta que informó a José Blanco porque "era su obligación". Sin embargo, no cree haber obtenido del ex ministro "algo más que el traslado de una información", y ha negado haberle dado jamás dinero o haber dicho que había pagado su chalet en Madrid.
Según el empresario farmacéutico Jorge Dorribo, cuyas acusaciones han implicado a Blanco en la supuesta trama de obtención fraudulenta de ayudas, Orozco abría obtenido favores del exministro e incluso habría actuado como su testaferro en un proyecto de recogida de medicamentos.
Orozco reconoce que obtuvo una licencia tras hablar con Blanco
A lo largo de su declaración, Orozco ha reconocido que conoce a Blanco desde que eran niños y que "se puede decir" que son amigos.
Por ello, durante su etapa de ministro, ha tenido contactos con él "fundamentalmente para informarle de proyectos empresariales para que los conociese y pudiese opinar sobre ellos".
En este contexto, el vicepresidente de Azkar reconoce haber informado al ex ministro de la parcela cercana al aeropuerto de El Prat donde su empresa, que el año pasado facturó 365 millones de euros y emplea directamente a 3.000 personas, más otros tantos autónomos, planeaba construir una plataforma logística.
Azkar no había logrado completar los trámites administrativos para conseguir la licencia de obras, que dependían del Ayuntamiento de Sant Boi, y así se lo dijo a Blanco "nada más para que sepa que tienen esa circunstancia", porque además entiende "que es su obligación como empresario explicarle que tienen un problema", pues con esa instalación pretendían crear 400 puestos de trabajo.
No obstante, Orozco ha puntualizado que no le pidió al ministro que hablara con el alcalde de Sant Boi, aunque después le llamó el Secretario de Estado de Transportes y tuvieron una reunión con el regidor.
El resultado de dicho encuentro fue una visita sorpresa de técnicos municipales a otra nave suya del Prat. Consiguieron la licencia, aunque aún siguen sin utilizar la nave por falta de electricidad.
Igualmente ha reconocido Orozco que informó a Blanco de que la ampliación del aeropuerto de la Coruña afectaba a una empresa de 250 trabajadores, en la que él no tenía interés económico alguno, "para que tuviese constancia de esa situación", porque le parecía "correcto".
Ha añadido que cree que el ex ministro le llegó a mandar un mensaje "señalando que este asunto se resolvería en un tiempo". Sobre la célebre "cena de truchas" celebrada en abril del pasado año en el domicilio del socio de Dorribo en Proitec Javier Rodríguez, Orozco ha señalado que acudieron unas 12 personas pero que no se habló de temas empresariales.