Caso Errejón
El Gobierno trata de desmarcarse del caso que afecta a sus socios de coalición. La oposición, en cambio, señala a la vicepresidenta Yolanda Díaz. Asegura que la dirección de Sumar conocía los hechos y piden más dimisiones.
El Gobierno intenta que el caso que afecta a Íñigo Errejón no le salpique. Este sábado, le han preguntado al ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, por cómo afecta a la coalición de gobierno el escándalo. Él ha contestado que hay que centrarse en las mujeres y dejar a un lado "otras cuestiones superfluas en estos momentos".
En declaraciones a los medios en Las Palmas de Gran Canaria, Torres se ha centrado en pedir que "salga todo a la luz" y que "se depuren todas las responsabilidades" al respecto. En este sentido, ha recordado que también se está investigando ya en el plano judicial y dentro de Sumar. Lo que seguimos sin saber es si Sumar había informado al PSOE, al descubrir las acusaciones que pesaban sobre Errejón.
El propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, salió de inmediato a cerrar filas en torno sus socios. Lo hizo el mismo día de la dimisión de Errejón, publicando este mensaje en la red social X: "Toda mi confianza para la vicepresidenta Yolanda Díaz, y Sumar, una organización que ha hecho y está haciendo mucho por el progreso de las mujeres".
Precisamente en Yolanda Díaz pone el foco la oposición. El PP, por medio de su vicesecretario Elías Bendodo, sostiene que "si Yolanda Díaz conocía los hechos y promocionó a Errejón como portavoz, es muy grave". Y ha invitado a los políticos de "Sumar, Más Madrid y Podemos" que sabían y no hicieron públicos los supuestos casos de violencia sexual de Íñigo Errejón a que sigan a la diputada madrileña Loreto Arenillas, y también "renuncien a sus cargos públicos y orgánicos". Acusa a la izquierda de tapar la realidad e insisten en que tiene que haber más asunción de responsabilidades.
También el presidente de Vox, Santiago Abascal, ha afirmado que la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, debe dimitir porque "ha estado encubriendo y tapando estos sucesos que conocía hace mucho tiempo". Para Abascal, con la dimisión del exparlamentario de Sumar "queda en auténtica vergüenza toda la izquierda que ha tratado de promover en España la guerra de sexos".
El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha afirmado desde Oviedo que él ambiciona una "España que deje de ser noticia por la corrupción y la hipocresía", y en la que no haya un gobierno más preocupado en la agenda judicial, que en proteger a los ciudadanos. España, ha concluido Feijóo, debe tener un gobierno "que deteriore las instituciones, sino que las preserve y garantice".
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