EN EL CONGRESO
El Partido Popular y Ciudadanos han continuado con su escalada de reproches mutuos durante el pleno del Congreso. Soraya Sáenz de Santamaría pedía las cuentas del partido de Rivera por apoyar una iniciativa de los nacionalistas vascos mientras que Juan Carlos Girauta cargaba contra el Gobierno por su "pasteleo" con el PNV.
El Gobierno y Ciudadanos han proseguido en el pleno del Congreso su escalada de reproches mutuos, y en esta ocasión el argumento para ello ha sido la actitud que ambos mantienen ante el PNV.
Si la semana pasada fueron Mariano Rajoy y Albert Rivera los que evidenciaron su distanciamiento en la primera sesión de control al Gobierno en la Cámara Baja en el actual periodo de sesiones, en la de este miérciles los que han protagonizado el cruce de críticas han sido Soraya Sáenz de Santamaría y Juan Carlos Girauta.
Lo han hecho después de que el presidente del Gobierno tuviera que responder a tres preguntas de PSOE, ERC y PNV en una sesión en la que, por vez primera desde que se iniciara la crisis independentista en Cataluña, no ha contestado a ninguna sobre este asunto.
Girauta, portavoz de Ciudadanos en el Congreso, ha cargado contra el Gobierno por su "pasteleo" con el PNV y que ve demostrado con el "cuponazo", en alusión a la renovación del acuerdo sobre el cupo vasco. Además, ha pedido a la vicepresidenta que aclarara si el Gobierno se sumará a Ciudadanos contra el 'Plan Ibarretxe 2'. De esta forma se ha referido a la propuesta de modificación del Estatuto vasco planteada por el PNV y que Girauta ha subrayado que incluye el derecho de autodeterminación.
Sáenz de Santamaría ha contraatacado pidiendo cuentas al partido de Rivera por apoyar una iniciativa de los nacionalistas vascos para rebajar la ley de seguridad ciudadana y por su abstención a la propuesta del PNV para derogar la prisión permanente revisable.
La vicepresidenta ha resaltado además que el PP vasco lleva muchos años defendiendo la igualdad y la soberanía nacional en Euskadi, algo que ha precisado que no puede hacer allí Cs porque no tiene representación.
La defensa de la unidad de España, ha dicho Sáenz de Santamaría, se hace con la unión de todas las fuerzas constitucionalistas independientemente de las coyunturas que haya en cada momento. "España -ha apostillado- es mucho más que Ciudadanos o que el PP".
Nada más terminar este debate, el coordinador general del PP, Fernando Martínez-Maíllo, en declaraciones a los periodistas, ha acusado a Ciudadanos de estar "tensando la cuerda excesivamente" planteando "escenarios de división y ruptura que no proceden en estos momentos".
Por su parte, fuentes del Gobierno han negado estar más preocupados por la relación con Ciudadanos que por la situación en Cataluña, ya que han subrayado que nunca "la politiquería" puede ser más importante que la política. Sí han vuelto a defender que la líder de Ciudadanos en Cataluña, Inés Arrimadas, debería proponer su investidura para desbloquear la situación, aunque han sugerido que quizás el problema sea que carece de programa de gobierno.
Respecto a las irregularidades detectadas en Ciudadanos por el Tribunal de Cuentas, las fuentes del Gobierno han resaltado que hay que ser más exigentes con quien más exige a los demás.
Si el PNV ha sido el motivo del desencuentro entre el Gobierno y Ciudadanos, Rajoy ha tenido poco antes un cara a cara con el portavoz de los nacionalistas vascos en la Cámara, Aitor Esteban. El dirigente nacionalista le ha pedido el cese del jefe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, Manuel Sánchez Corbí, por unas declaraciones en las que situaba al PNV en el bando de "los malos" en la lucha contra ETA. Rajoy ha recordado que eso es lo que reflejaba una entrevista y que el periodista que la hizo rectificó posteriormente esas palabras. El presidente del Gobierno ha pedido a Esteban que su partido trabaje para consolidar los "tiempos mejores" que se viven en Euskadi y no entre en polémicas sobre la idoneidad del jefe de la UCO.
En respuesta al portavoz de ERC, Gabriel Rufián, Rajoy ha defendido el acuerdo entre los Ministerios de Defensa y Educación que pretende que los escolares españoles conozcan la labor de las Fuerzas Armadas. Rufián ha comparado esa enseñanza con las prácticas del franquismo en las escuelas y ha pedido a Rajoy que tenga la "decencia" de dejar de decir que en Cataluña se adoctrina en los colegios.
No ha aludido el jefe del Ejecutivo en ningún momento a la situación en Cataluña y ha recordado que el acuerdo entre Defensa y Educación se apoya en la ley de Defensa Nacional de 2005 aprobada por el Gobierno socialista con el respaldo de ERC y en la ley de Educación de 2006 que también contó con el voto favorable de Esquerra.
La portavoz socialista, Margarita Robles, ha dedicado su turno para volver a pedir a Rajoy que derogue la reforma laboral ya que cree que ha provocado el aumento de asalariados en riesgo de pobreza. El presidente del Gobierno ha resaltado que "la peor forma de pobreza laboral es la que sufren quienes no tienen un empleo" y ha recordado que la situación del mercado de trabajo en España es "hoy objetivamente mucho mejor" que en el último Gobierno socialista.