Guerra en el PP
Casado y Ayuso se conocieron hace más de 20 años. Una relación que parece que se ha roto sin posibilidad de vuelta atrás.
Continúa la guerra en el Partido Popular. Este sábado hemos conocido que el presidente del Partido Popular (PP), Pablo Casado, convocó a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, a una reunión que se celebró este viernes por la tarde en la sede nacional del partido.
Según fuentes próximas a la presidenta de la Comunidad de Madrid esa reunión fue "infructuosa". Aseguran que se propuso la retirada del expediente informativo a Ayuso a cambio de que negara el intento de espionaje. La versión que ofrece Génova es distinta. Desde el PP niegan tajantemente que se pusiera ninguna condición. Han anunciado que ya han renunciado a abrir ningún expediente a Ayuso y aseguran que Casado se mostró conforme con las explicaciones que ofreció la presidenta. Casado ha asegurado además a Ayuso que "nunca" ha ordenado investigarla y que emprenderá acciones legales contra quien sostenga lo contrario. Además, ha defendido la necesidad de "unir" al PP y "seguir defendiendo junto a todos los militantes del PP el mejor proyecto de futuro para España", revelan fuentes de Génova.
Casado y Ayuso se conocieron hace dos décadas cuando empezaron sus carreras en las Nuevas Generaciones del PP. Compartieron sillones la Asamblea de Madrid, pero Casado dio el salto a la política Nacional. Ella se centró en el área digital del partido. Caminos paralelos que se volvieron a unir cuando Casado se convirtió en el líder del PP. Cuando tocaba buscar nuevo candidato para Madrid, le devolvió la confianza. Se convirtió en presidenta con el apoyo de Ciudadanos, pero Ayuso fue ganando peso. Durante la pandemia del coronavirus plantó cara al gobierno de Pedro Sánchez.
En las elecciones del 4 de mayo de 2021 arrasó en las urnas. Entonces reclamó liderar el PP de Madrid y empezó el choque de Sol y Génova. Ahora reconocen que el motivo de la disputa es por la fecha de celebración de congreso regional. Casado y Ayuso han optado por un enfrentamiento que no parece tener vuelta atrás.