Investidura
La Abogacía del Estado está apurando los plazos para presentar sus alegaciones tras la sentencia del Tribunal de Justicia de la UE (TJUE) que dictaminó la inmunidad de Oriol Junqueras desde su elección como europarlamentario. La importancia de su posición en las negociaciones para la investidura entre el PSOE y ERC ha motivado el retraso en la presentación de un escrito que, en principio, podría haberse presentado antes de Nochebuena. Los servicios jurídicos del Estado quieren hilar muy fino en un escrito en el que se da por descontado que defenderán la libertad de Junqueras, al menos, para que pueda realizar las formalidades que le permitan tomar posesión efectiva de su escaño en el Parlamento Europeo tras ser elegido el pasado 26 de mayo. De hecho, esa fue su posición durante el juicio. En un primer momento, la Abogacía tenía previsto presentar sus argumentos al Tribunal Supremo el día 23, pero no lo hizo. El plazo dado por los jueces para recabar las alegaciones de las partes expira el próximo 2 de enero. Hasta ahora ya se ha pronunciado la Fiscalía que sostiene en su escrito que la sentencia del TJUE no puede afectar a la situación de Junqueras, que ya no se encuentra en prisión preventiva, sino condenado en firme a una pena de 13 de prisión, que le inhabilita para ejercer como eurodiputado.
Detrás de este procedimiento judicial, está el mar de fondo de la negociación con ERC para la investidura de Pedro Sánchez. Los socialistas no quieren que las alegaciones de la Abogacía se entiendan como una cesión ante los independentistas, mientras que Esquerra exige un pronunciamiento claro de los servicios jurídicos del Estado a favor de la libertad de Junqueras y, por tanto, de la vía política para encontrar salida a la situación en Cataluña. Una vez termine el plazo de alegaciones, es el Tribunal Supremo es el que debe tomar una decisión sobre el permiso a Junqueras para asumir el acta de diputado y sobre si era necesario pedir el suplicatorio para dictar sentencia, dado que la proclamación de resultados de las elecciones europeas se produjo un día después de que terminara el juicio pero antes de la sentencia.
Iglesias y ERC
Ahora se ha sabido que el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, mantuvo el día 23 su primera reunión formal con líderes de ERC. Se entrevistó en el Congreso con el presidente del grupo de ERC en el Parlament de Cataluña, Sergi Sabrià, y con la diputada Carolina Telechea. Hasta el momento, Podemos había mantenido conversaciones informales con líderes republicanos, pero siempre desde un segundo plano, porque el mismo Iglesias aseguró que eran los socialistas quienes pilotarían esa negociación, en la que él contribuiría si se consideraba necesario. El encuentro fue el primer "cara a cara" entre Podemos y ERC, y en él no se alcanzó ningún acuerdo concreto. Además de la investidura se abordaron otras cuestiones, como los posibles acuerdos presupuestarios en Cataluña, después del acuerdo en materia fiscal alcanzado con los comunes. La confluencia catalana ha mantenido abiertas vías de diálogo con los republicanos, y el propio portavoz en el Congreso, Jaume Asens, calificó ese acuerdo fiscal alcanzado por su formación en Cataluña como una "pista de aterrizaje" para la investidura.
Lo que se está negociando con otros grupos
La dirección del grupo socialista ha mantenido durante estos días una interlocución constante con los considerados grupos "pequeños" del Congreso a través de una vía de negociación paralela a la que celebra con ERC. El intercambio de documentación sobre reivindicaciones autonómicas, regionales o locales no cesa. La dirección del grupo socialista, encabezada por la portavoz parlamentaria, Adriana Lastra, quiere tener todos los cabos atados cuando se sepa la fecha en la que comenzará la sesión de investidura, lo que todavía no se conoce. Independientemente de que ese debate arranque la semana que viene o ya después del día de Reyes, 6 de enero, el PSOE pretende garantizarse una horquilla de síes a Sánchez que evite sorpresas. Esa horquilla debe superar la de la suma de los votos de los diputados socialistas (120) y de los de Unidas Podemos (35). Una de las prioridades se ha orientado al PNV, cuyo portavoz en el Congreso, Aitor Esteban, destacó que el voto de los seis diputados nacionalistas aún no está decidido. Sin embargo, reconoció que se ha avanzado en las negociaciones entre su partido y el PSOE. En una línea similar se ha pronunciado el diputado de Compromís, Joan Baldoví, aliado en el Congreso de Más País, la formación que lidera Íñigo Errejón. El parlamentario valenciano avanzó ayer que el sí a Sánchez se encuentra más cerca que hace unos días, cuando se reunió con Lastra en el Congreso. La evolución ha sido posible gracias a ese trabajo persistente sobre una serie de reclamaciones que Baldoví concretó ayer: la gratuidad total de la AP-7, las conexiones a esta autovía de varios municipios valencianos o la propuesta de un nuevo sistema de financiación autonómica dentro de los próximos ocho meses. Los contactos de la dirección socialista con PNV y Compromís no han cesado, tal y como sus respectivos representantes en el Congreso han confirmado. Sin embargo, la dirección del grupo socialista ha confirmado conversaciones con más partidos, sin especificar cuáles. Fuentes parlamentarias conocedoras de las conversaciones señalan que con EH Bildu y JxCat no se han producido.Los votos necesarios
La dirección socialista cuenta con el rechazo del PP, Vox, Cs, UPN, la CUP y Foro Asturias, 155 votos en total, y no le extrañaría que se sumaran los ocho de JxCat. Por ello, el PSOE necesita asegurarse el sí y/o la abstención entre varias de estas fuerzas: PNV, ERC, EH Bildu, Más País, Compromís, Coalición Canaria, Nueva Canarias, BNG, Teruel Existe y PRC.