GOBIERNO ANDALUZ
El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, ha agradecido al grupo parlamentario de Vox su "apoyo" para "generar entre todos confianza en un gobierno sólido y estable" y "para que los ciudadanos sepan que nunca van a volver al gobierno de los chiringuitos, de la corrupción y del pasado".
El presidente de la Junta se ha expresado así en respuesta a una pregunta del portavoz parlamentario de Vox, Alejandro Hernández, quien le ha reclamado "reformas profundas" durante la sesión de control al Gobierno en el pleno de la Cámara autonómica, en la que Moreno ha asegurado que en los primeros cien días el Ejecutivo "ha hecho muchas cosas que vienen en el propio acuerdo" firmado con Vox.
"A todos nos gustaría que el ritmo del cambio fuera más rápido", ha reconocido Moreno, que ha respondido a Vox que "habría que imprimir quizá un poquito más de velocidad en algunos asuntos", pero que ha justificado en "una inercia de 37 años que ha hecho daño y que hay que superar".
Ha apostado por hacerlo "en un clima sosegado, con un diagnóstico riguroso y dando tiempo al tiempo para que las cosas fragüen", y ha mostrado su deseo de que "el clima electoral y la concatenación de un proceso tras otro no limite el poner el interés de Andalucía y los andaluces por encima de las siglas de cada uno".
Ha sostenido que a su Gobierno "se le puede acusar de muchas cosas, pero no de pereza" y ha repasado las medidas puestas en marcha durante los primeros cien días, con un agradecimiento especial a Vox por su voto a favor de la reforma fiscal convalidada en el pleno este jueves.
Por su parte, Hernández ha reprochado a Moreno que "hasta la fecha los anuncios que hace no han llegado a fraguarse" en gran medida, ha dicho, porque "por la precampaña electoral continua desde enero han intentado evitar el natural desgaste político que una acción de gobierno efectivo comporta".
"Han dado muchas veces una patada a seguir, como se dice en rugby, y pospuesto un debate profundo en muchas cuestiones", ha reprochado el portavoz de Vox, que ha citado entre ellas "no solo la memoria histórica y la violencia intrafamiliar, sino asuntos de calado como el desempleo, los bajos niveles educativos o la despoblación rural". Ha opinado que todas estas cuestiones "están unidas por el conformismo entreguista y subsidiado al que han llevado 37 años de socialismo clientelar".