En ALBACETE
Un monumento de piedra marrón se ha convertido en el quebradero de cabeza de un pueblo de Albacete, Villarrobledo. Se trata de una columna que se corta violentamente, según dicen las habladurías, porque quedó a medio hacer o porque una avioneta chocó contra ella y la dejó así.
Sea como fuere, el monumento se convierte este en centro de la vida política de este tranquilo pueblo. Izquierda Unida pide la retirada del mismo para cumplir con la Ley de Memoria Histórica, una petición que quedaría en una mera anécdota si no fuera porque el PSOE, partido que actualmente gobierna, necesita su apoyo para continuar con la alcaldía.
Sin embargo, el Partido Popular ha ofrecido un cheque en blanco al alcalde por mantenerlo en pie. Por su parte, los socialistas intentan una vía intermedia: borrar los símbolos franquistas más evidentes.
Víctima de pintadas y sede de botellones en los últimos años, la columna hoy se convierte en el reflejo de tres Españas. Tres posturas de un conflicto no resuelto del país con su pasado más reciente.