No se mezclan con los presos
Los exresponsables del Palau de la Música Fèlix Millet y Jordi Montull duermen en sendas celdas individuales en el área de enfermería de la prisión Can Brians 1, a la espera de que se les asigne un módulo, aunque durante el día coinciden en los espacios comunes del mismo departamento. Ambos reclusos, Millet y Montull ingresaron ayer por la tarde en la enfermería de Can Brians, que acoge a presos con problemas de salud, y en los próximos días se evaluará su situación física y sus circunstancias personales para asignarles definitivamente un módulo de la prisión.
Mientras tanto, los saqueadores confesos del Palau de la Música han pasado su primera noche separados, en celdas individuales del área de enfermería, aunque a lo largo del día han compartido los espacios comunes del departamento, junto al resto de reclusos de este espacio. En principio, los reclusos no tienen actividades diarias asignadas ni se mezclan con el resto de internos de Can Brians 1, a excepción de los que están internos en la enfermería del centro penitenciario, con los que comparten el patio de este departamento.
El menú previsto para ellos es el mismo que comen el resto de reclusos del centro penitenciario, a no ser que por algún motivo varíe porque precisen una dieta especial debido a sus achaques de salud. Los procesados, a los que la Audiencia de Barcelona envió este lunes a prisión a la espera de que sea firme la sentencia que les condenó por el expolio del Palau de la Música, estuvieron encarcelados en 2010 en la cárcel de Can Brians 2 durante trece días, por orden de la juez que los investigaba por las irregularidades en el proyecto del Hotel de Palau, caso del que el Supremo acabó absolviéndoles.
En esa ocasión, Millet y Montull, que durante décadas dirigieron mano a mano los designios del Palau, compartieron celda en Can Brians 2 y se procuraron un televisor para amenizar su estancia, comprado en el economato del centro penitenciario y que se llevaron consigo cuando salieron de prisión. Cuando llegaron la noche del lunes a la cárcel, el economato ya estaba cerrado, por lo que no pudieron hacer ninguna compra, y difícilmente dispondrán de televisor hasta transcurridos unos días, dado que para ello deben presentar una instancia y conseguir la autorización de la dirección del centro penitenciario.
Los condenados por el expolio del Palau serán sometidos en los próximos dos o tres días a distintos exámenes psicosociales y médicos y a una evaluación de su situación procesal, para determinar cuál es el módulo que más convendría a su estado físico y mental, así como los tratamientos que deberían seguir para rehabilitarse. Según expusieron ayer sus abogados cuando pidieron, sin éxito, que la Audiencia les mantuviera en libertad, Millet, de 82 años, presenta "graves problemas de movilidad", además de seguir un tratamiento para la diabetes y la insuficiencia renal crónica, mientras que Montull, de 75, lleva un marcapasos cardíaco, entre otros achaques.
La sala estimó que los problemas de salud alegados no son un obstáculo para su ingreso en prisión y los envió a la cárcel al entender que presentaban un alto riesgo de fuga, puesto que podrían disponer de bienes o dinero en el extranjero, entre otros motivos. La sección décima de la Audiencia también fijó comparecencias mensuales en el juzgado para Gemma Montull, ex directora financiera del Palau de la Música, y para el extesorero de CDC Daniel Osàcar, condenado por su papel clave en el pago de 6,6 millones en comisiones de la constructora Ferrovial a su partido a cambio de adjudicaciones públicas.