SE PREVÉ UNA INTERPRETACIÓN GENEROSA PARA CDC
La recién elegida Mesa del Congreso tiene previsto celebrar este miércoles su primera reunión en la que fijará los plazos para la inscripción de los grupos parlamentarios que funcionarán durante la XII Legislatura que acaba de arrancar.
La reunión tendrá lugar una vez que la presidenta de la institución, Ana Pastor, cumpla con la primera tarea que tiene encomendada tras inaugurar la legislatura: acudir a Zarzuela para informar al Rey de cómo ha quedado constituida la Cámara para que él pueda citar a los distintos partidos dentro de la ronda de consultas que ha de abrir para buscar un candidato a la Presidencia del Gobierno.
En esta primera cita, el órgano de gobierno de la Cámara establecerá los plazos para la formación de los grupos parlamentarios que, en principio deben quedar formalizados en los cinco días siguientes a la constitución de las Cortes.
En esta ocasión, hay un fin de semana de por medio y el próximo lunes, día de Santiago Apóstol, es festivo en Madrid, con lo que en principio la Mesa no volverá a reunirse hasta el próximo martes o miércoles para decidir si da o no el visto bueno a los grupos que se hayan inscrito en el Registro.
El Reglamento del Congreso, en su artículo 23, contempla dos vías para poder crear un grupo parlamentario. La más directa es tener un mínimo de 15 diputados, lo que se lo garantiza a PP, PSOE, Unidos Podemos y Ciudadanos.
Interpretación generosa para CDC
Aquella formación que no llegue a ese umbral tiene una segunda vía para formar grupo: haber logrado al menos cinco diputados y, además, aglutinar el 5% de los votos a nivel nacional o bien un 15% en aquellas circunscripciones en las que se presentó candidatura.
A esta fórmula se pueden acoger ERC y el PNV y no tendrán problemas para poder organizarse de forma autónoma. Sin embargo Convergència Democràtica de Catalunya (CDC), cuenta con ocho diputados, pero no llega al 15% en dos de las circunscripciones catalanas, Barcelona y Tarragona, ni en el conjunto de la comunidad, con lo que por primera vez no cumple los requisitos para tener grupo propio y podría acabar en el Mixto.
Sin embargo, tanto el PP como el PSOE son partidarios de hacer una interpretación generosa del Reglamento del Congreso para poder concedérselo amparándose en que cuentan con ocho escaños y que en que, a fin de cuentas, el Tribunal Constitucional tiene declarado que la Mesa tiene la facultad de interpretar las normas internas de la Cámara.
Ciudadanos es contrario a permitir a CDC tener grupo, pero PP y PSOE tienen mayoría en la Mesa del Congreso para darles vía libre. Eso sí, los tres rechazan que las confluencias de Podemos puedan organizarse de manera autónoma en la Cámara y rechazarán sus grupos si es que se llegan a registrar formalmente.
No a las confluencias
Y es que ese mismo artículo 23 incluye un segundo apartado que impide que diputados de un mismo partido puedan constituir grupo parlamentario separado (medida que se tomó para acabar con la multiplicación de grupos socialistas territoriales en la Transición) y que lo formen diputados de formaciones políticas que no se hayan enfrentado ante el electorado (prevención contra el transfuguismo).
Por eso, en esta ocasión, tampoco tienen visos de salir adelante los grupos que pretenden crear En Marea, En Comú Podem y A la Valenciana. Si sus aspiraciones vuelven a verse frustradas todos los miembros de las confluencias se quedarán en el grupo de Unidos Podemos, salvo los cuatro de Compromís, que ya han adelantado que volverán a irse al Mixto.
De ser así los de Joan Baldoví tendrán que compartir, espacio, tiempos y recursos con dos diputados de EH Bildu, otros dos de Unión del Pueblo Navarro, una de Coalición Canaria, otro de Nueva Canarias y el de Foro Asturias.