LA SITUACIÓN SIGUE ESTANCADA
El ministro de Educación y portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo, ha asegurado que el Ejecutivo no tolerará "de ninguna manera" una presidencia simbólica de Cataluña por parte de Carles Puigdemont y no va a tener "ninguna contemplación" con él. Méndez de Vigo, en una entrevista, ha resaltado que esa presidencia simbólica no existe, no tiene ninguna vía y puede estar planteándose para tratar de que Puigdemont tenga un sueldo.
En consecuencia, ha rechazado la posibilidad que defienden los independentistas y ha considerado que la reforma de la ley de Presidencia catalana que pretende Junts per Catalunya tiene "muy poco recorrido" porque es ilegal y no cree que nadie "en sus cabales" la apruebe. "Evidentemente, la recurriríamos, pero espero que ni siquiera haya que recurrirla", ha añadido. Y se ha preguntado: "¿Qué es eso de tener un presidente que está a 1.500 kilómetros. Eso no es posible y el Gobierno no lo consentirá".
El portavoz del Gobierno ha subrayado las discrepancias existentes entre el PDeCAT y ERC, dos partidos que ha explicado que no tenían nada en común salvo, a partir de un momento determinado, la secesión. "En estos momentos la secesión es imposible porque el Gobierno no la va a consentir, y estamos viendo ahora el surgimiento de las discrepancias entre dos partidos que tenían un único objetivo pero que en sus políticas difieren, y mucho", ha recalcado Méndez de Vigo ha garantizado que la aplicación en Cataluña del artículo 155 de la Constitución se mantendrá "hasta que haga falta".