Maniobras de la Armada
Hasta el 5 de noviembre la Armada desarrolla ejercicios de alto nivel en las aguas de Cádiz. "Esto parece un vídeojuego" dice algún testigo. La realidad es que más de 3.000 hombres y mujeres, 14 buques o 12 aeronaves actúan con una coordinación que podría parecer imposible, pero es lo más real de las maniobras, Flotex 21.
Maniobras de alto nivel en Cádiz, son las más importantes de la Armada desde 2019. Tras la pandemia del coronavirus 'Flotex 21' suponen un ejercicio extraordinario de coordinación en el que participan más de 3.000 hombres y mujeres.
No es un vídeojuego
Tres aviones Harrier cruzan el cielo de Barbate. Desde tu orilla ves fragatas, buques, y el gran portaaviones Juan Carlos I. Aún no has salido de tu asombro cuándo dos helicópteros pasan por encima de tu cabeza y aterrizan en un barco. Estás en Los Caños, has ido a pasear por la playa y de repente parece que estás en guerra. Miras el móvil en busca de información, a ver si ha pasado algo muy grave y no te has enterado. No hay nada. Esto parece un videojuego.
No hay conflicto ni peligro para ti. Pero si lo hay para la Armada, no es real, pero como si lo fuera. Más de 3.000 hombres y mujeres están inmersos en sus ejercicios de máximo nivel, el Flotex 21, unas maniobras en las que se ponen a prueba y dan lo mejor de sí para evaluar la capacidad de la Fuerza Naval. Y lo hacen tan real, que ellos si tienen una misión.
Preparados para una misión que podría ser real
Durante meses han planeado una situación que podría ser real, han diseñado una intervención, y ahora la están llevando a cabo. En este caso, dos naciones han entrado en conflicto y la situación se agrava cada día. Un grupo terrorista actúa en la zona y también hay traficantes de personas. La ONU ha desplegado a su personal, pero ahora están en peligro. Ha llamado a la Armada española para que extraigan a sus cascos azules y los lleven a un lugar seguro. Y ahí empieza todo.
A esta recreación responde el movimiento que estos días se puede ver desde distintos puntos de la costa de Cádiz. Para la Armada la misión ficticia pasa a ser real en el momento en que ponen a trabajar a todas sus unidades. Grupo anfibio, infantería de marina, fragatas, cazaminas, aeronaves. Todos con un punto base, como cuenta el Capitán de Navío Vicente Rubio, “el Juan Carlos I es la caja de herramientas para ejecutar la misión”. Todo empieza y acaba en el portaviones de la Armada, y desde allí se coordinan las intervenciones.
Un trabajo minucioso y coordinado
Nacho Céspedes, comandante del grupo anfibio, tiene bajo sus órdenes a 900 personas. Pedro López, piloto de Harrier, cuenta que ellos son los primeros en reconocer la zona, la sobrevuelan y toman imágenes que aportan mucha información a la misión. El Capitán de Navío Miguel Cuarteb y sus hombres escanean el fondo marino para asegurarse de que no hay nada que pueda suponer un peligro. Cómo él dice, “dejarnos una sola mina puede costar la vida de las personas que tienen que pasar por allí, y eso supondría el fracaso más absoluto de la misión”. José Luis Souto, General de la Brigada de Infantería de Marina, tiene la responsabilidad de limpiar la playa donde finalmente van a desembarcar a los cascos azules, hacerla segura y escoltarlos hasta una zona de paz. Hay un grupo expertos en rescate de rehenes, con competencias contra la insurgencia y el terrorismo.
La 'guerra de las redes sociales'
Pero ojo, la tecnología y el impacto de las redes sociales también están muy presentes en las maniobras. Además de la recuperación del personal tienen que hacer frente a la guerra de la información. En estos ejercicios la Armada también sufre las consecuencias de los bulos y las fakes news en internet. De ellas y de combatirlas, está pendiente Sherezade Pascual, Teniente de Navío que también tiene la responsabilidad de la Comunicación.
Son más de 3000 hombres y mujeres, 14 buques, 12 aeronaves, vehículos y camiones de todo tipo. Todos tienen un objetivo, toman decisiones y actúan con una coordinación que podría parecer imposible, pero es lo más real de las maniobras. La precisión de sus movimientos supone el éxito de la misión. Estos son unos ejercicios pero la Armada está presente en varios conflictos, como en la lucha contra la piratería de Somalia, por ejemplo. En palabras del Comandante del CGMAD José María Nuñez Torrente, “En un mundo utópico no harían falta médicos porque no habría enfermedades. No harían falta bomberos porque no habría catástrofes y no harían falta militares porque no habría guerras”. Por eso, con este Flotex 21 vuelven a demostrar que se lo toman muy en serio. “Nos tenemos que adiestrar para operar allí dónde nos llamen”, recalca el Vicealmirante Torrente.
De momento, hasta el 5 de noviembre continuarán en las aguas de Cádiz. Y siguen preparándose para actuar dónde los necesiten... ya están empezando a familiarizarse con la terminología de los volcanes.