Melilla
El Consejo Nacional de Derechos Humanos de Marruecos (CNDH) ha valorado el intento del salto de la valla de Melilla del pasado 24 de junio, que acabó con 23 muertes. Afirma que la Guardia Civil habría usado la violencia contra las personas que intentaron cruzarla y no habría atendido a los heridos. El Ministerio del Interior, por su parte, asevera que los agentes actuaron "dentro del marco legal".
En un informe ha sido presentado por el CNDH en Rabat, tras una investigación llevada a cabo por una comisión mandada por el propio organismo a Nador, el lugar de los hechos. En el estudio se detallan diversas conclusiones entre las que se encuentran una supuesta actuación desproporcionada por parte de la Guardia Civil.
A través de los testimonios recolectados durante la investigación, la presidenta de la CNDH, Amina Bouayach, ha acusado a las autoridades españolas de "renunciar o vacilar en prestar ayuda y auxilio pese a la estampida y la gran aglomeración de los emigrantes", algo que provocó "un aumento de heridos y fallecidos", ha señalado.
Interior defiende que actuaron "dentro del marco legal"
Desde el Ministerio del Interior no se quiere entrar a valorar las acusaciones por parte de Marruecos, aunque deja claro que los agentes actuaron de manera proporcional.
"La Guardia Civil actuó en todo momento dentro del marco legal nacional e internacional, siempre con criterios de proporcionalidad y de pleno respeto a los derechos humanos, sin que pueda atribuirse a ninguno de los agentes ningún tipo de actuación contraria a ellos", han indicado fuentes de este departamento.
Marruecos pide revisar la política migratoria
Por otro lado, Bouayach ha confirmado que el número de muertos es de 23 y ha informado que se les ha realizado una autopsia, así como pruebas de ADN. Además, considera "injustificados" los "casos aislados" en los que los efectivos marroquíes utilizaron armas contra los emigrantes.
Por último, ha manifestado la necesidad de revisar la política migratoria y la cooperación internacional. "Europa no puede cerrar sus puertas y dejar que los países vecinos gestionen las consecuencias de los flujos migratorios", ha declarado.