ASÍ VAN LAS QUINIELAS
Aunque el PP vive un proceso inédito de elección de líder y nadie sabe lo que harán con su voto secreto los afiliados, las candidaturas miden su pulso por territorios y dibujan un mapa muy repartido entre María Dolores de Cospedal y Soraya Sáenz de Santamaría, con el apoyo a Pablo Casado como el más imprevisible.
La mayoría de los 'barones' regionales del partido se mantienen públicamente en la neutralidad y no tienen intención de pronunciarse sobre ninguno de los seis candidatos, al menos hasta después de la primera vuelta. Así que mientras los presidentes regionales mantienen la neutralidad, unos y otros en el partido tratan de calcular cómo serán los apoyos en los distintos territorios. Y el análisis se concentra, sobre todo, donde lo hace el mayor número de inscritos. Porque en solo seis comunidades: Andalucía, Madrid, Comunidad Valenciana, Castilla y León, Castilla la Mancha y Galicia, se encuentran 46.766 inscritos, el 70% del total.
Todos coinciden en que Andalucía está muy repartida entre Sáenz de Santamaría y Cospedal. La exvicepresidenta cuenta con los militantes y cargos más fieles a Juanma Moreno, presidente regional del partido, quien siempre ha estado en el entorno de Sáenz de Santamaría y en su momento no contó con el favor de Cospedal para ser 'barón'. Pero la secretaria general tiene también muchos apoyos en Andalucía, donde entre otros valedores cuenta con Juan Ignacio Zoido. La región estaría dividida entre las dos, pero Pablo Casado quiere también morder una parte y en las últimas horas se ha ganado apoyos como el del alcalde de Jaén que pueden ayudarle a sumar votos.
La segunda joya de la corona en inscritos para la primera vuelta es Madrid, y según las fuentes consultadas se la repartirían Cospedal y Casado. La secretaria general cuenta con el apoyo del presidente autonómico, Ángel Garrido, y del actual responsable del partido, Pío García Escudero. Y Casado tiene el favor de los jóvenes pero también, aseguran sus rivales, le apoya en la sombra quien lo fue todo en Madrid y ahora está fuera de la política: Esperanza Aguirre.
Fuentes de ambas candidaturas insisten en que Soraya Sáenz de Santamaría tiene poco que hacer en Madrid, una teoría que niegan en el entorno de la exvicepresidenta. Tiene muchos más apoyos de lo que se piensa, aseguran.
No están tan claras las cosas en la Comunidad Valenciana. Tanto el entorno de Cospedal como el de Sáenz de Santamaría se arrogan el éxito en esta región en la que Isabel Bonig no quiere dar pistas de sus preferencias mientras otros dirigentes se van posicionando. Por ejemplo Rubén Moreno, presidente de la gestora de Valencia, está del lado de Sáenz de Santamaría, mientras César Sánchez, presidente de la Diputación de Alicante, apuesta por Cospedal.
Castilla y León, la cuarta comunidad en número de inscritos para votar es, según coinciden en apuntar varias fuentes, territorio de Soraya Sáenz de Santamaría. Aunque Pablo Casado tiene también sus apoyos, no en vano es diputado por Ávila.
María Dolores de Cospedal tendrá en su región, Castilla-La Mancha, la victoria más incontestable de todas. Además ha logrado que la participación aumente en un 35% con respecto al congreso regional del partido.
En Galicia, militantes y cargos siguen en shock porque su líder no se ha lanzado por una sucesión que todos daban por segura. La mejor muestra de ello es la participación: de los 101.000 militantes que dice tener el PPdeG, la tercera región con más afiliados del país solo 4.500 se han apuntado para votar. Y como tenían un favorito que no se presenta, no se sabe a quién van a respaldar los gallegos, que parecen estar esperando a que Alberto Núñez Feijóo les indique el camino a seguir. El presidente de la Xunta ha recibido a todos los candidatos, pero a quien ha dedicado más tiempo en esta campaña ha sido a Cospedal, y este sábado en A Coruña todo fueron halagos para la secretaria general.
Lo que ocurra en esas comunidades marcará probablemente el resultado de la primera vuelta, aunque no se puede desdeñar el peso que tendrán las regiones con más de 2.000 inscritos, Baleares, Canarias, Asturias, Murcia, Aragón y La Rioja, y en las que no hay tampoco aparentes favoritos. No se puede olvidar tampoco Cataluña, que tanto peso tiene en el discurso político de los candidatos. Cospedal cuenta allí con apoyos importantes como el de la expresidenta del PPC Alicia Sánchez Camacho y la exministra Dolors Montserrat -su portavoz de campaña- mientras el tarraconense Alejandro Fernández apoya a Casado y el exdelegado del Gobierno, Enric Millo, a Sáenz de Santamaría.
El País Vasco es de las que menos inscritos aporta, pero con dirigentes muy implicados. Alfonso Alonso es el único 'barón' que se ha posicionado en este proceso, con su apoyo y participación en la candidatura de Soraya Sáenz de Santamaría y le siguen la mayoría de dirigentes de la región excepto Javier Maroto, miembro del equipo de Pablo Casado. Y habrá que ver qué ocurre en cualquier caso en el resto de regiones, porque todo puede pasar en este proceso nuevo para el PP a nivel nacional, y hasta el último voto puede contar para decidir quiénes son los dos candidatos elegidos el 5 de julio para disputarse el liderazgo. Después ya no serán los militantes, sino los compromisarios, los que tengan la última palabra.