Caceroladas
Desde hace varios días se suceden en diversas ciudades españolas caceroladas contra el gobierno de Pedro Sánchez y su gestión del coronavirus. Esas protestas han saltado de Madrid a varias ciudades españolas como Alicante, Córdoba, Zaragoza, Salamanca o Santander.
Este fin de semana, la policía, simplemente, se ha limitado a vigilar que se guarde la distancia de seguridad. Eso, mientras sigue el debate político. Este lunes el ministro socialista José Luis Ábalos ha acusado a la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso de convocarlas.
Las caceroladas comenzaron en la calle madrileña de Nuñez de Balboa pero han ido a más. Desde el barrio de Salamanca, las protestas contra el Gobierno han llegado a cortar el paseo de La Habana en Madrid. Dónde se desplegó una pancarta gigante contra Pedro Sánchez.
El mismo mensaje tuvo lugar frente a la sede del PSOE en la calle Ferraz y en los alrededores de la casa de Pablo Iglesias en el municipio de Galapagar.
Pero, las caeroladas se han extendido a otros puntos del país. En Santander sorprendió la peculiar reivindicación de un hombre megáfono en mano, en un descapotable con chófer.
Desde el inicio de las concentraciones, el domingo pasado, los agentes han identificado y propuesto para sanción a más de una docena de personas, informan fuentes policiales.