POLÉMICA ENTRE ADA COLAU Y SUS AGENTES
En el punto de mira de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, están las empresas contratadas por los dueños de pisos para recuperar su vivienda okupada.
Cuando van a un piso, primero llaman, y si los okupas no abren, ellos entran. El ayuntamiento de Barcelona cambió el protocolo de la guardia urbana para proteger a los okupas, es decir, los agentes tienen que evitar cualquier desalojo si no hay orden judicial.
Esto ha desatado una rebelión interna en la policía, dicen desde el sindicato CSIF: "No puede ser que la policía esté al servicio del movimiento okupa. Es una perversión lo que está ocurriendo en la ciudad de Barcelona". Y piden a la alcaldesa que cambie el protocolo porque obliga a la guardia urbana a decir si los okupas han sufrido amenazas, lo que no garantiza su seguridad jurídica.
Estas empresas llegan a cortan la luz o el agua para sacar a los okupas. Ellos dicen que: "No entramos ni sacamos a nadie, esperamos a que salgan y recuperamos la posición". Los Mossos d'Esquadra, la policía catalana, añaden otro problema: "Mafias perfectamente organizadas, que dan una patada a la puerta y a partir de ahí venden, subastan las llaves".
Los policías dicen que no pueden evitar que un propietario quiera entrar en su casa o cambiar la cerradura.