SEGÚN FRONTEX
Cerca de 10.700 inmigrantes irregulares fueron detectados en 2016 cuando intentaban llegar a España a través de las rutas africanas, según la Agencia Europea de Control de Fronteras (Frontex), que destaca el descenso registrado en Canarias y el récord de la Península Ibérica.
En su informe anual hecho público este miércoles, la Agencia subraya las cifras de la ruta del Mediterráneo Occidental, que tiene como destino la Península Ibérica y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla y en la que se detectaron 10.000 inmigrantes. Son un 46 % más que en 2015 y un 21 % más que en 2011, el año del anterior récord, según Frontex. La mayoría de estos inmigrantes eran originarios de Guinea, Argelia y Costa de Marfil y el incremento muestra la creciente presión de la inmigración desde el continente africano hacia Europa.
En el caso de España, la presión fue especialmente fuerte por vía marítima: más de 8.000 inmigrantes fueron detectados al intentar llegar desde Marruecos y Argelia, sobre todo en el estrecho de Gibraltar. En los pasos de Ceuta y Melilla se registró sin embargo la cifra más baja hasta el momento, alrededor de un millar de irregulares, aunque Frontex recuerda que a finales de 2016 unos 400 subsaharianos, el mayor grupo en una década, saltaron la valla de Ceuta.
La otra ruta que llega a territorio español, la del África Occidental, que conecta Senegal, Mauritania y Marruecos con las islas Canarias, cerró el año con 671 detecciones, una cifra inferior a las 874 de 2015. El menor número de llegadas a las islas Canarias se atribuye a los acuerdos alcanzados entre España, Senegal y Mauritania, que incluyen labores de patrullaje conjunto de las costas y el retorno inmediato de los inmigrantes que son detectados.
A pesar el aumento de inmigrantes hacia España, las cifras se encuentran muy por debajo de las registradas en las otras vías de llegada a Europa. El informe de Frontex señala que el año pasado llegaron a Europa más de 380.000 extranjeros de manera irregular en 2016 y subraya que se trata de un descenso significativo respecto a 2015, pero reconoce que la cifra es aún más alta que las llegadas registradas entre 2010 y 2014. Italia y Grecia, con 180.000 llegadas respectivamente, fueron los destinos principales de estos inmigrantes.