ESTUVO UN AÑO EN UN TRASTERO
Manuel Fernández Castiñeiras, el exelectricista que sustrajo la joya de la Catedral de Santiago, y su mujer pasarán este viernes a disposición judicial mientras que su hijo y la novia de éste fueron puestos en libertad con cargos.
La policía ha registrado el local de una antigua asociación de vecinos. El detenido fue el presidente durante un tiempo y aún conservaba la llave. Sus vecinos le definen como un tipo reservado que llevaba una vida modesta, aunque en un bar que frecuentaba a diario alardeaba de dinero.
La pregunta que todo el mundo se hace es de dónde sacó el millón de euros que la policía ha localizado en el registro de su casa. Se sospecha que durante los 25 años que trabajó en la catedral fue robando al descuido pequeñas piezas no catalogadas y donativos de los feligreses. Anotaba en un diario todos sus robos, tenía varias llaves del templo y era un trabajador de confianza que se movía con total libertad.
La policía le vigilaba desde hacía meses. Intentaron negociar con él la devolución del manuscrito, pero se negaba a colaborar. No le detuvieron antes porque temían que acabase destruyendo el códice, y la prioridad era mantenerlo intacto. De momento, el manuscrito sigue custodiado por la policía y este viernes volverá a la catedral para ser expuesto al publico.
El Códice Calixtino, considerado la primera guía del Camino de Santiago, había sido robado del templo hace exactamente un año y ayer fue recuperado de un garaje de la localidad de Milladoiro, próxima a Compostela.