Cámara baja
El Congreso rechaza las enmiendas a la totalidad de tres leyes banderas de Unidas Podemos. Entre ellas está la reforma de la ley del aborto, la ley del bienestar animal o la ley trans que el ministerio de Igualdad espera tener aprobada antes de que termine el 2022. Podemos busca con ellas marcar territorio frente a sus socios de Gobierno.
Durante las últimas semanas, la política fiscal ha marcado el debate político. El Gobierno ha tratado de erigirse como defensor de las clases medias y trabajadoras frente a los ricos después de que Andalucía o Madrid –ambas gobernadas por el PP- eliminasen el impuesto de patrimonio. Gobierno y oposición han resumido el debate en unapelea entre bajar o subir impuestos. Y en esa dicotomía, el sector Podemos del Ejecutivo ha sacado pecho por haber liderado el plan fiscal del Gobierno impuesto temporal a las grandes fortunas y un aumento fiscal a las grandes plusvalías.
Sin embargo, el paso de los días ha desdibujado ese liderazgo morado dentro del seno del ejecutivo. La presentación de los Presupuestos Generales del Estado para el próximo año ha evidenciado la renuncia de Podemos a varias de sus iniciativas. La ley de vivienda o la conocida ley mordaza logran romper su desbloqueo. Tan solo han conseguido arrebatar a los socialistas el compromiso en seguir trabajando en la ley de familias que promueve el Ministerio de Derechos Sociales que dirige la ministra Ione Belarra.
Este jueves han llegado al Congreso tres leyes estrella para la formación con las que Podemos tratar de romper con la mala racha. La cámara baja ha debatido las proposiciones deley trans, la de bienestar animal y la reforma de la ley del aborto. Todas han pasado el examen de la Cámara y continuarán su tramitación en el Parlamento. Esquivan el rechazo de PP y VOX, que registraron enmiendas a la totalidad para que varias de ellas no siguiesen adelante. Arrancan su trámite parlamentario como se preveía con los votos a favor del PSOE, Unidas Podemos y el resto de socios habituales de la legislatura.
El PNV, en contra de la ley animalista por "centralizadora"
Sí preocupaba la primera ley del bienestar animal de España impulsada por la ministra Belarra. El objetivo de la norma es atajar con el maltrato, el abandono y el sacrificio de animales según ha defendido en numerosas ocasiones la ministra. Pero desde que empezó a trabajarse dos polémicas rodean el texto. La primera, por los perros de caza a los que afectaría esta nueva legislación y que el Partido Socialista ha presentado una enmienda parcial para que sean excluidos al considerar que no tienen los mismos derechos que el resto de perros.
El segundo escollo está en una posible intromisión en las competencias de las comunidades autónomas y a la que se enfrente al PNV, un socio habitual del Gobierno. El grupo vasco había pedido devolver el texto al completo ejecutivo por el "carácter centralizador y reglamentista que se desprende del conjunto de la regulación que se propone". El ejecutivo dependía del resto de socios en los que lleva apoyándose desde el inicio de la legislatura hace más de cuatro años. La norma ha salido adelante gracias al apoyo de PSOE, Unidas Podemos-En Comú Podem-Galicia en Común, ERC, Ciudadanos, EH Bildu, Junts, Más País y CUP que han rechazado las enmiendas a la totalidad de PP, VOX y PNV.
"La ley trans terminará el 2022, aprobada"
La casualidad o no –recordemos que el Partido Socialista tiene mayoría en la Mesa del Congreso, encargada de distribuir cuándo se debaten las iniciativas que llegan a la cámara- ha querido unificar las grandes banderas de la legislatura de Podemos en un mismo día. Aunque gran parte de la atención se la lleva la ley trans que promueve el ministerio de Igualdad. La ministra Irene Montero confía plenamente en que el Congreso terminará aprobándola en los próximos meses y que el 2022 terminará con ella aprobada. Montero ha defendido que "somos mayoría quienes queremos que la ley trans sea ley” y ha acusado a PP y VOX de arrancar su debate con “muchos bulos, muchas mentirás pero cero argumentos".
El Partido Popular ha aprovechado la ocasión para reafirmarse en su apoyo al colectivo trans pero mostrando sus discrepancias con el texto. "Genera contradicción, inseguridad jurídica, recortes derechos consolidados y afecta a derechos fundamentales", replicaba la diputada popular María Jesús Moro. Moro ha asegura que la norma "rompe gravemente el sentido de igualdad, es intervencionista e impone discurso ideológico".
Vox se opone radicalmente a esta ley por imponer, a su juicio, "una única visión del mundo, la de la ideología de género y sin ningún respaldo científico". Así lo ha defendido la diputada Carla Toscano que ha llegado a decir que la norma supone "una discriminación sobre personas que se puedan sentir un ornitorrinco o Lady Gaga".