Ley del sí es sí
La Ley de Libertad Sexual y cuyo anteproyecto fue aprobado ayer en Consejo de Ministros no estará lista hasta al menos dentro de un año. Desde el Ministerio de Igualdad, reconocen incluso que en su tramitación parlamentaria sufrirá modificaciones, enmiendas y algunos cambios que puedan aportar otras formaciones políticas.
El principal escollo ahora mismo es concretar como se va a acreditar el consentimiento, la autorización expresa de la mujer, que se puede exigir también en las relaciones de pareja. Los juristas insisten en que esta cuestión va a ser difícil de acreditar ante un tribunal y puede crear un embrollo jurídico en el caso de mujeres que sean violadas en el ámbito de la pareja. El consentimiento o no a las relaciones puede dar lugar también a denuncias falsas en conflictos sentimentales.
Con la nueva ley desaparece el delito de abuso, todo será agresión y los agravantes son los que amplían la horquilla de la condenas:
¿Qué se considera agravante?
Las principales asociaciones de jueces y magistrados ven esta reforma de los delitos sexuales con cautela. Desde Juezas y Jueces para la Democracia advierten de que se eliminan matices que graduan los delitos y las penas en función de la gravedad de la agresión contra la libertad sexual. Es decir, que se homogeneizan las conductas que se penalizan.
El Gobierno insiste en que no se rebajan las penas máximas con respecto a la ley actual y que no se va a revisar ninguna pena por agresiones múltiples, como la condena del Supremo a la Manada de Pamplona . Tampoco, dicen, se van a revisar los agravantes recogidos en el artículo 189 del Código Penal.