BRONCA POLÍTICA
La otra gran bronca del pleno de control al Gobierno en el Congreso se entiende mejor retrocediendo un día. En el mismo lugar, se produce una escena protagonizada por el diputado de ERC Joan Tardá. Mirando directamente al presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, le dice que si a ellos les laman golpistas, él les llamará fascistas. Fijado el nivel, se repite un día después, y varias veces el cruce de acusaciones, golpistas unos, fascistas otros. Replicado incluso por algunos diputados en voz alta.
La presidenta, Ana Pastor, ha tenido que intervenir. Decide quitar estos calificativos del diario de sesiones. Decisión que PP y Ciudadanos respetan, pero no comparten. Es más, ni ellos ni nadie se sienten responsables de la tensión.
Al final es un asunto formal, porque retirar palabras o expresiones del diario de sesiones siempre ha sido una práctica habitual. Otra cosa bien distinta es la hemeroteca.