FUE INVESTIGADO POR PRESUNTA RELACIÓN CON LA ORGANIZACIÓN
Los datos del imán de Ripoll van saliendo a la luz. Así, se conoce que la Policía pinchó su teléfono en 2005, durante unas investigaciones, en el marco de una operación sobre Al Qaeda.
La investigación comienza en 2003, cuando un suicida hace estallar un coche bomba en Irak contra tropas italianas. El ADN identifica al terrorista. Se trata de un argelino residente en Vilanova i la Geltrú, Barcelona. Al investigar a quienes presuntamente financiaron su viaje a Irak aparece de forma colateral el nombre de Aldelbaki es Satty. De esta forma, la Audiencia Nacional autoriza a pinchar su teléfono. Pero durante un mes no aparece un sólo indicio de radicalismo, aunque continúan interviniendo el teléfono. Así, el sospechoso no llega a ser detenido.
En la sentencia, a la que ha tenido acceso Antena 3, su nombre sólo se menciona porque una fotocopia de su carnet aparece, como el de otras muchas personas, en casa del supuesto cabecilla. Su nombre no se incorpora a las bases de datos de yihadismo.
En enero de 2016 sí se sospechó de él en Bélgica, donde buscó trabajo como imán y trató de aleccionar a chicos jóvenes. Un policía belga pidió información sobre él a un mosso de esquadra en un correo en que le avisaba que pensaba volver a Barcelona y que cuanta más información compartiera sobre él, mejor.
En la furgoneta del imán, supuestamente ejercía labores de proselitismo sobre el resto del grupo. Mohamed Houli aseguró que el imán quería inmolarse en los atentados. Sin embargo, había comprado un billete de avión en el locutorio de Ripoll para el próximo 15 de octubre.