ASÍ LO VIVIMOS ... HACE VEINTE AÑOS
Esta mina era controlada por la empresa sueca Boliden. Aquella noche de abril una brecha de 50 metros se abrió en la pared de la balsa que daba al río Agrio que desemboca en el Guadalquivir y en el parque de Doñana. Los seis millones de metros cúbicos de lodos y aguas contaminadas recorrieron 62 kilómetros.
Se necesitaron meses para recuperar la zona de este desastre, se depuraron aguas, se descontaminó la tierra y se retiraron los lodos de una superficie de 4.634 hectáreas.
La balsa se encuentra ahora sellada y colmatada y el río Guadiamar es un corredor verde. Pero la Junta y el Gobierno siguen reclamando a Boliden más de 133 millones.