Rey Emérito
La justicia británica considera que el rey emérito no está bajo el amparo de la familia real. Juan Carlos de Borbón recurre a una resolución de la Corte de Apelaciones para que no se le retire la inmunidad frente a la demanda por acoso presentada por su ex amiga íntima Corinna Larsen. En esta resolución la justicia británica tacha a Juan Carlos de no ser parte de la familia del rey, por lo que se complica la situación del rey emérito de tener la inmunidad y de ser considerado en Inglaterra como una persona ligada de manera directa a la jefatura del Estado español y así no ser imputado en suelo británico. La justicia británica le recuerda que la Casa Real no ha pedido en ningún momento de forma oficial una inmunidad estatal para Juan Carlos de Borbón.
El juez Peter Jackson recordó en el auto emitido esta semana sobre las pretensiones del rey emérito que "no se presentaron pruebas en nombre del rey Felipe o del Estado español y tampoco reclamaron inmunidad estatal. Además la secretaría de Estado (de Presidencia) no había proporcionado ningún certificado en virtud del artículo 21 de la Ley de 1978". Esto significa que a juicio de Reino Unido, se complica mucho la situación para obtener la inmunidad a una persona que no la apoya ni su propio estado. La Corte de Apelación concedió al emérito la posibilidad de recurrir la decisión algo que ya ha hecho.
El monarca, cuya residencia se encuentra fuera de España, tampoco recibe ningún tipo de aportación financiera del Estado español al no hacer su labor de representación desde hace años. De esta manera, la decisión judicial abre la puerta a un nuevo recurso sobre los años en los que el monarca era jefe del Estado.
Dos tipos de inmunidades
El juez Jackson explica que existen dos tipos de inmunidades, una "funcional" en base a su capacidad pública y otra que extiende la inmunidad diplomática a los jefes de Estado que reconocen también a familiares cercanos. Algo que el rey emérito ha respondido alegando "ambas inmunidades", la primera respecto a los hechos previos a su abdicación y la segunda para el resto de sucesos denunciados por Larsen.