CONTINÚAN LAS NEGOCIACIONES
Junts per Catalunya está "inquieta y perpleja" por las renuncias que percibe por parte de ERC en relación a la hoja de ruta y al despliegue del "mandato democrático del 1 de octubre" y espera que esas "dudas" se disipen, al tiempo que considera que la negociación no debería centrarse en el reparto de cargos.
Así lo han explicado fuentes de JxCat, en un momento en el que siguen los contactos discretos con ERC para llegar próximamente a un acuerdo sobre la investidura, el Govern y la hoja de ruta, en una negociación que avanza aunque no exenta de dificultades.
En este contexto, las mismas fuentes han indicado que JxCat está "inquieta y perpleja" porque percibe que ERC está haciendo "renuncias" en relación al "despliegue del mandato democrático del 1 de octubre" a favor de la independencia de Cataluña.
Ante las discrepancias entre las dos fuerzas por el reparto de los departamentos del futuro gobierno, que aún no está cerrado, JxCat ha querido remarcar que esta "no es una negociación sobre la estructura de Govern y el reparto de cargos", sino que lo fundamental es "la hoja de ruta avalada por la mayoría absoluta" del Parlament, que conforman JxCat, ERC y CUP.
Pese a la voluntad de acuerdo, desde JxCat no descartan "ninguna eventualidad", tampoco el escenario de elecciones, aunque el primer grupo independentista del Parlament espera que "en las próximas horas o días" las "dudas" que considera que tiene ERC se disipen y se pueda cerrar un principio de acuerdo.
JxCat y ERC siguen trabajando para acordar las atribuciones que podría tener el expresidente catalán Carles Puigdemont en Bélgica, quién ejercería de presidente "efectivo" en Cataluña -investido presencialmente en el Parlament-, el reparto de consellerías y la hoja de ruta a seguir.
A pesar del actual enconamiento de las negociaciones, JxCat y ERC trabajan para cerrar un acuerdo en diez días que pasaría por que Puigdemont dé "un paso al lado" y medite si le conviene apostar por un sustituto con procesos judiciales abiertos, como Jordi Sànchez o Jordi Turull, nombre este último que toma más cuerpo en última instancia al estar fuera de prisión y quien sería president durante unos meses hasta su eventual procesamiento, momento en que emergería la figura de Elsa Artadi.