LAS VÍCTIMAS PIDEN QUE SIGA SU TRATAMIENTO EN LA CÁRCEL
En Agosto de 2012, un informe médico afirmaba que el etarra Bolinaga sufría un cáncer, y que le quedaban tres meses de vida. El juez de vigilancia penitenciaria le concedió la libertad en base a informes que le daban solo unos meses de vida.
La decisión del juez fue recurrida por la fiscalía, ya que el informe de la propia forense de la Audiencia Nacional afirmaba que Bolinaga no estaba en fase terminal, pero el recurso no prosperó. Todo ello provocó la indignación de las víctimas.
Casi quince meses después, la fiscalía ha vuelto a recurrir alegando que en los últimos informes los médicos ni tan siquiera han explorado a Bolinaga. El juez quiere aclarar este asunto, por lo que ha citado a los dos forenses, y a la abogada del terrorista.
Desde su puesta en libertad, Bolinaga vive en Modragón, su pueblo. A diario se le ve pasear e incluso ir de vinos por los bares. Así, estas imágenes provocan la permanente indignación de las víctimas, que piden que siga su tratamiento en la cárcel. Una posibilidad a la que los forenses se niegan, dicen que en el centro penitenciario no hay medios.
La fiscalía, por contra, pide que vuelva a la cárcel. Y le ha recordado al juez que el asesino de tres guardias civiles y secuestrador de Ortega Lara, nunca se ha arrepentido de sus crímenes.