CON ROSTRO SERIO
El expresidente de la Generalitat Jordi Pujol ha guardado este jueves silencio al salir de su casa el día después de los registros en su domicilio y su despacho, ordenados por el juez de la Audiencia Nacional José de la Mata, que rastrea cómo la familia ocultó supuestamente su fortuna cuando les investigaban.
Con rostro serio y un ejemplar del diario Ara doblado en la mano, Pujol ha abandonado en silencio, pasadas las 11.30 horas, su domicilio familiar en la avenida General Mitre de Barcelona, que este miércoles fue registrado durante unas seis horas por agentes de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía Nacional.
El juez de la Audiencia Nacional José de la Mata ordenó las entradas y registros en las casas y oficinas del expresidente catalán y de su primogénito Jordi Pujol Ferrusola en busca de documentación relativa a los movimientos de la fortuna de la familia, entre ellos los archivos de una sociedad que Marta Ferrusola compartía con su hijo y que supuestamente sirvió para ocultar dinero que el clan tenía en Andorra.
Acompañado por un escolta, Pujol ha salido del edificio en el que tiene su piso en Barcelona para cruzar la acera rodeado de un enjambre de cámaras y micrófonos, subirse a un vehículo y abandonar el lugar.
Pujol también evitó este miércoles hacer declaraciones a los periodistas que aguardaban su salida del despacho que tiene en la calle Calabria de Barcelona, aunque en este caso entre dientes sí que dijo: "siento mucho todo lo que está pasando".
El primogénito del clan, Jordi Pujol Ferrusola, que este miércoles también estuvo en Barcelona durante el registro a su despacho y domicilio, ha pasado la noche en una cárcel de Zaragoza, de donde está previsto que sea trasladado a la prisión de Soto del Real de Madrid, a instancias del juez De la Mata.
De la Mata acordó el pasado martes su ingreso en prisión preventiva y sin fianza por ocultar supuestamente 30 millones de euros desde que se investiga la fortuna familiar.