BARCELONA | IMPUTADO POR BLANQUEO DE CAPITALES
El expresidente de la Generalitat Jordi Pujol ha abandonado el juzgado tras ser interrogado durante dos horas ante la juez que le ha imputado por blanqueo de capitales y delito fiscal por la fortuna que mantuvo oculta durante años, mientras su esposa, Marta Ferrusola, se ha negado a declarar. Jordi Pujol y Marta Ferrusola han abandonado el edificio de la Ciudad de la Justicia hacia las 12.45 horas, custodiados por un amplio dispositivo de seguridad y sin atender al enjambre de periodistas que trataban de preguntarle sobre el contenido del interrogatorio.
El expresidente catalán ha insistido ante la juez que la fortuna que ocultó en el extranjero procedía de un legado de 140 millones de las antiguas pesetas de su padre Florenci y se ha remitido a unas cartas que demostrarían esa herencia, sin aportarlas a la juez, según fuentes judiciales.
A su salida del juzgado, acompañados por sus letrados Cristóbal Martell y Albert Carrillo, Pujol y su esposa han tenido que volver a oír los improperios improvisados de varias personas, como les ha ocurrido a su llegada a la ciudad judicial, con gritos de "chorizo" y "Cataluña no se merece personas como ustedes".
Según fuentes judiciales, el interrogatorio a Pujol, que han dirigido la juez y el fiscal Anticorrupción Alejandro Luzón, ha sido exhaustivo y se ha centrado en buscar contradicciones en la versión que el expresident esgrimió en su carta de confesión y después en su comparecencia en el Parlament, de que el dinero oculto es un legado de su padre Florenci.
Por su parte, la esposa del expresident Marta Ferrusola se ha acogido a su derecho a no declarar ante la magistrada, han informado las mismas fuentes. Tras las comparecencias del matrimonio, está previsto que la juez interrogue ahora a sus hijos Marta, Mireia y Pere, que también están imputados por los delitos de fraude fiscal y blanqueo de capitales.