PSOE-Unidas Podemos
La ministra Portavoz y de Política Territorial ha dicho esta mañana en Espejo Público que "una nueva normativa siempre deroga la anterior", en referencia a las declaraciones de la responsable de Trabajo, que aseguró que la derogación era "técnicamente imposible".
La polémica en torno al término "derogación" en el marco de la reforma laboral sigue centrando parte de las discusiones entre PSOE y Podemos, que parecen haber intercambiado los papeles.
Si hace dos días Yolanda Díaz sorprendía a todos asegurando que dicha derogación resultaba "técnicamente imposible" y era, más bien, un "fetiche político", hoy la ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, ha asegurado, en respuesta a la responsable de Trabajo, que "toda nueva normativa deroga la anterior".
Debate semántico
"No se puede derogar si no hay una alternativa, de lo contrario generaríamos inseguridad en el marco jurídico", ha explicado. Acto seguido, sin embargo, ha vuelto a cambiar de verbo. "Lo que vamos a hacer es transformar el mercado de trabajo y mejorar nuestra economía con la ayuda de los Fondos Europeos y un nuevo marco de relaciones laborales".
La polémica y disputa en torno a este término lleva semanas centrando parte del debate público y político. Ambos socios de Gobierno, PSOE y Podemos, cerraron en el acuerdo de coalición "derogar" (ese fue el término usado) la ley laboral.
Hace pocas semanas, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, empezó a utilizar expresiones como "cambiar, transformar o mejorar" los "aspectos más lesivos de la ley laboral elaborada por el PP en 2012, algo soliviantó al ala podemita y, en especial, a Yolanda Díaz, la encargada de dicha reforma y de negociar con patronal y sindicatos.
El cambio de criterio del PSOE dio paso a una suerte de guerra fría entre ambas formaciones, que se dio por finalizada cuando la semana pasada los socialistas aseguraron en un comunicado que la reforma se llevaría a cabo de acuerdo a lo pactado en 2019.
El acuerdo por las pensiones
Mientras terminan de cerrarse las tensiones en el Gobierno de coalición por la reforma laboral, el acuerdo sobre las pensiones que debe cerrarse antes de que termine el año se vislumbra como el nuevo caballo de batalla dentro y fuera del Ejecutivo, ya que, mientras Podemos reivindica que no se pierda poder adquisitivo, algunos socios de Sánchez avisan de que no aceptarán recortes.
La última propuesta del ministro de Inclusión y Seguridad Social, José Luis Escrivá, de subir medio punto las cotizaciones que pagan empresarios y trabajadores durante un periodo de diez años para garantizar la sostenibilidad del sistema no ha caído nada bien ni en Unidas Podemos ni en los partidos que apoyaron la investidura de Pedro Sánchez, como ERC o EH Bildu.