Irene Montero revuelve el Congreso al asegurar que el PP "promueve la cultura de la violación"

Monumental (y nueva) bronca política en el Congreso de los Diputados, después de unas palabras de Irene Montero que han causado indignación en toda la bancada del Partido Popular. La ministra de Igualdad ha acusado al PP de "promover la cultura de la violación", a raíz de una campaña de la Xunta de Galicia en el que se pide a las mujeres que tengan cuidado con sus copas para evitar que les echen algo en la bebida y que las agresiones "no deberían pasar, pero pasan".

La bancada de la oposición ha explotado contra la ministra, acusándole de emplear un tono con una actitud "ofensiva", tal y como ha expresado la portavoz y secretaria general del Partido Popular, Cuca Gamarra: "Quiero dejar muy claro que es altamente ofensivo que una dirigente y responsable política esté vertiendo estas afirmaciones en relación a un partido que ha luchado y va a seguir luchando por la igualdad en este país". También dice que Montero debe "asumir sus responsabilidades y ser un poquito más responsables, por lo menos, por respeto a las víctimas de las agresiones sexuales".

Los diputados del Partido Popular han aplaudido en bloque a Gamarra, que estaba muy enfadada tras las acusaciones de Montero. La ministra, lejos de retractarse, ha insistido en su mensaje y ha vuelto a desatar el enfado al decirles que deben poner el foco en el agresor, e insinuar que lo están haciendo en las víctimas. La intervención ha sido muy bronca y el Partido Popular ha protestado reiteradamente, hasta que la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, ha retirado el micrófono a Montero poco antes de finalizar su intervención.

Siguen las rebajas a agresores sexuales

Mientras Montero insiste en culpar a los jueces y a la oposición de machismo, insiste en que no hay que modificar su ley del 'Solo sí es sí', aunque cada vez son más los agresores sexuales y violadores que ven rebajada su condena. Desde Podemos, hablan de "fachas con toga", el PSOE evita intervenir en el asunto y la oposición exige tanto que se modifique inmediatamente la ley como la dimisión de Montero, que se aferra al cargo con gran parte del colectivo feminista en contra.

El último caso que ha levantado una gran polémica ha sido el de los exjugadores de la Arandina que fueron condenados por agresión sexual, y cuya pena no será mayor debido a la ley que promovió el ministerio de Igualdad. Pese a las excarcelaciones y rebajas de condena que está habiendo en diferentes puntos de España, Irene Montero evita la autocrítica y mantiene firme su posición de que no cambiará ni un solo punto de la ley: "Es una ley sólida que permite proteger a todas las víctimas".