ENTREVISTA EN ESPEJO PÚBLICO

Imbroda: "Aunque los inmigrantes sean ilegales, una vez en España hay que ayudarles"

Juan José Imbroda, presidente de la ciudad autónoma de Melilla, asegura que "no estamos en contra de los inmigrantes, sino de la inmigración ilegal". Considera que se trata de "un fenómeno difícilmente parable" que requiere de una regulación. En una entrevista en Espejo Público, Imbroda ha señalado que "una vez los inmigrantes están en España, hay que ayudarles".

Juan José Imbroda, presidente de la ciudad autónoma de Melilla, ha hablado en Espejo Público del grave problema de inmigración ilegal que asola la valla de Melilla prácticamente a diario. Ha dicho que los asaltos sueles ser "desprevenidos" aunque muchas veces "sí que se sabe" que van a intentar entrar en España.

Tras las declaraciones de la francesa Marine Le Pen, en las que aseguraba que el problema en Melilla se solucionaría quitándoles la sanidad, la escolarización y las ayudas sociales a los inmigrantes, Imbroda se muestra completamente en contra. "No estamos en contra de los inmigrantes, sino de la inmigración ilegal", aclara, y añade que "aunque sean ilegales una vez en España hay que ayudarles".

Sobre las posibles soluciones que podrían solventar este problema, asegura que "la inmigración es un fenómeno difícilmente parable" de unas personas que "buscan un mundo mejor desde un mundo subdesarrollado". Imbroda considera que "lo importante es regularla y ordenarla", aunque iniste en que no es un problema solo de España, y la Unión Europea  debería regularlo.

Hace unas semanas, fueron muy comentadas las declaraciones del presidente de Melilla cuando decía que 'si no se pueden usar antidisturbios, sólo falta poner azafatas de bienvenida'. Explica que pudo haber una serie de condenas a la Guardia Civil que provocaran un efecto llamada y cierta relajación en la frontera, y "hubo que dar la voz de alarma porque es un problema" que se salte la frontera de un país sin más.

Concluye Imbroda recordando los datos del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, de que alrededor de 40.000 inmigrantes están esperando para saltar la valla, e insiste en que "una vez que han llegado, hay que ayudarles". Asimismo, apunta que "en Melilla la vida diaria no se siente alterada por la llegada de inmigrantes", y aclara "que se portan bien y no hay apenas problemas".

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