REACCIÓN AL RESULTADO DE LA CONSULTA A LAS BASES

Iglesias no se arrepiente de decir que le gustaría vivir siempre en Vallecas, pero matiza: "Cuando uno va a tener hijos es legítimo que quiera darles una vida algo diferente"

"No calculaba lo que ha ocurrido, mi vida se ha hecho complicada, y asumo esas dificultades", defiende el dirigente de Podemos.

El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, considera que el apoyo que ha recibido de sus bases en la consulta sobre su liderazgo y el de Irene Montero (un 68,42%) ha sido una respuesta "contundente" que le "obliga a seguir" con "toda la ilusión"y "más madurez" al frente del partido.

Esa es la interpretación que ha hecho Iglesias en una entrevista en el programa 'La Cafetera' de Radiocable de los resultados de la consulta a los inscritos de Podemos tras la polémica por comprarse un chalet de más de 600.000 euros, en la que han participado 188.176 personas de las 487.772 que estaban llamadas al voto. Iglesias cree que quienes criticaron el sentido de esta consulta, como los representantes de la corriente Anticapitalista, "se equivocaron" porque su éxito queda avalado por haber logrado el porcentaje más alto de participación en la historia de Podemos.

El líder de la formación morada ha puesto el acento en que ningún dirigente político en España ha logrado casi 130.000 apoyos entre las bases de su partido -"ese es un dato objetivo", ha dicho-, aunque ha admitido que le hubiera gustado un porcentaje de respaldo más amplio, ya que un tercio de sus militantes (mas del 31%) ha votado a favor de que dimitan. "Hay que tomar nota", "me toca ser el secretario general del 70% que nos ha apoyado y del 30% que no nos ha apoyado", ha asegurado el líder de Podemos, quien sin embargo ha dicho que no se arrepiente de ninguna de sus decisiones.

Al explicar qué significa "tomar nota", Iglesias se ha limitado a cuestionar el trato que recibe Podemos respecto al que se otorga a otras fuerzas políticas y ha criticado que con su partido se "incumplan normas éticas y deontológicas que jamás se han incumplido" con otros líderes políticos.

"Tenemos que asumir que a nosotros se nos pueden hacer trampas y que el árbitro cuando nosotros jugamos siempre está comprado", ha afirmado Iglesias para añadir después que eso implica que tienen que ser "más prudentes" y "conscientes" de que sus decisiones personales "legítimas" pueden servir a sus adversarios para hacerles daño. Ese es el aprendizaje que, según el líder de Podemos, saca de estos pasados días, pero no se arrepiente de haber dicho cosas como que le gustaría vivir siempre en el barrio madrileño de Vallecas, porque era lo que pensaba en ese momento.

"No calculaba lo que ha ocurrido, mi vida se ha hecho complicada, asumo esas dificultades", pero "cuando uno va a tener hijos es legítimo que quiera plantearse darle a sus críos una vida algo diferente", ha explicado Iglesias tras quejarse por tener paparazzis que les persiguen cuando van a una "revisión ginecológica" o pasean a sus perros.

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