DIEZ AÑOS
"Nosotros no queremos mártires ni héroes. Demasiados han tenido que serlo en contra de su voluntad. Tenemos necesidad de gente honrada, emprendedora, con visión positiva, gozosa y solidaria de la vida", asegura el comunicado leído en euskera y castellano al término del acto por Esti Korta, sobrina del asesinado, y Jesús Mari Mujika, portavoz de la fundación "Joxe Mari Kortaren bidetik".
La viuda de Korta, Marian Zearreta, acompañada de sus hijos y numerosos familiares, ha presidido la concentración silenciosa, que se ha desarrollado alrededor del monolito ubicado frente a la compañía Korta SA, en el lugar en el que murió este empresario, un día como hoy hace diez años, al explotar un coche-bomba aparcado junto al suyo.