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Alfonso Guerra

Guerra: "Los dos partidos tienen que darse cuenta de que no se puede seguir dependiendo de los grupos nacionalistas"

Alfonso Guerra ha tomado un café con Susanna Griso en Espejo Público en medio de la polémica abierta en las filas socialistas en torno a una hipotética ley de amnistía y la expulsión de Nicolás Redondo.

Alfonso Guerra lanzó al alcanzar el Gobierno en 1982 una profecía: "A España no la va a conocer ni la madre que la parió" y más de 40 años después el exvicepresidente de Felipe González cree "en cierta medida" esto es lo que está ocurriendo con el PSOE.

Alfonso Guerra ha tomado hoy café con Susanna Griso y recordó que cuando Pedro Sánchez alcanzó la Secretaría General del partido dijo: "Este es el nuevo PSOE" y al exvicepresidente le sonó a "otro PSOE". Guerra reconoce que "las nuevas generaciones tienen derecho a tener su propia estrategia", pero advierte: "Nosotros tememos derecho a opinar, porque el delito de opinión no existe, en democracia no hay delito de opinión".

Guerra reprocha que "España no puede seguir así" e insta a los principales partidos del arco político a romper ese lazo de dependencia con los nacionalistas. "Los dos partidos tienen que darse cuenta de que no se puede seguir dependiendo de los grupos nacionalistas, que sumados todos los grupos nacionalistas tienen el 6% de los votos: PNV tiene el 1,1% y ¡cómo mandan! eso no puede seguir así". Insiste quien fue mano derecha de Felipe González de que "los dos partidos, en beneficio de país tienen que intentar la no dependencia de los pequeños grupos nacionalistas".

Además critica que "España no puede estar continuamente pendiente de lo que se le ocurra a un señor que esta fugado en Bruselas".

Pese a ser un deseo, Guerra no se muestra muy optimista a que PP y PSOE lleguen a sentarse juntos y reparte las culpas por igual entre ambos, "la culpa es de los que no se sientan".

Considera la hipotética ley de amnistía que reclama Puigdemont a cambio del apoyo de Junts a la investidura de Sánchez "un error gravísimo que se pagará caro" y además apunta a que de concederse habría que hacerlo por "unanimidad". "Si la sociedad decide que hay que hacer borrón y cuenta nueva para empezar una nueva era democrática" ha dicho.

Además, en un ejercicio de autocrítica asume como error de su etapa haber creído a los nacionalistas. "Nosotros creímos a los nacionalistas cuando se hizo la Constitución y fuimos unos ingenuos, nos equivocamos. No estaban dispuestos a hacer lo que decían que estaban dispuestos a hacer" y explica: "Cuando se hace la Constitución los partidos nacionales ponen una pasión tremenda en que esta vez los partidos nacionalistas contribuyan a la creación del nuevo Estado, el Estado de la Autonomía. Entonces cedimos muchas cosas que vistas desde el punto de vista de hoy no debíamos de haber cedido".