Congreso de los Diputados
Los diputados de Vox, de Sumar y del PSOE han protagonizado un tenso rifirrafe en el Congreso durante el debate de la ley de amnistía.
"Basta ya". Hoy igual que ayer, el Congreso ha vuelto a convertirse en un ring de insultos, improperios y malas formas. La tensión del hemiciclo lejos de disminuir se ha acalorado a cuenta de la ley de amnistía, dando un "espectáculo que la gente no se merece" y que en esta sesión ha incluido la interrupción durante varios minutos del debate, reanudándose finalmente, con hasta tres diputados de Vox llamados al "orden por primera vez" por Armengol: Figaredo, José María Sánchez y Manuel Mariscal.
La chispa que encendió la llama fue que Francina Armengol permitió la palabra al diputado de Sumar, Gerardo Pisarello, "por alusiones" para responder a Abascal. El líder de Vox echó mano de la hemeroteca para reprochar a Pisarello que en 2015 "arrancó una bandera de España de un ayuntamiento" y lo acusó de "odiar profundamente a España" mientras viene al Congreso "a disimular y a intentar romper la convivencia".
Armengol concedió la réplica al diputado de Sumar para contestar entre aplausos de los suyos: "Señor Abascal, soy nieto de republicanos andaluces" y que "aunque fuera de Senegal o fuera de Donosti le diría que los que trabajamos y vivimos aquí no aceptamos ninguna lección de los señoritos que siempre han vivido del cuento y que forman parte de organizaciones históricamente islamófobas, históricamente antisemitas y que han ido a rendirle pleitesía al carnicero de Rafah".
A continuación el portavoz adjunto de Vox, José María Figaredo, también por "alusiones personales" pidió el turno, pero no se le concedió. Esta diferencia de criterio soliviantó a los parlamentarios de Vox que empezaron, desde sus escaños, a proferir insultos y gritos. Figaredo incluso permaneció de pie para mostrar su rechazo.
Ante estos hechos, Armengol pidió: "Por favor, señores y señoras intentemos no dar este espectáculo que la gente no se lo merece, por favor, señores y señoras diputadas".
Tocaba el turno al diputado socialista, Artemi Rallo, pero el ambiente era tan tenso que el debate no conseguía retomarse. Rallo lo intentaba, pero desde la bancada de Vox no cesaban los gritos entre los que se escuchaba que llamaban "traidor".
Armengol volvió a tomar la palabra: "Esta mala educación no lleva a ningún sitio, por favor pido respeto a la Cámara y a la gente que nos está escuchando. Por favor, señores y señoras, los que están insultando, basta".
Antes de que Rallo consiguiese hablar, la presidenta de la Cámara pidió a los parlamentarios, especialmente a los de Vox, a exhibir "el mismo respeto para todos y para todas, esto se merece la ciudadanía y no estos gritos e insultos, por favor". "Ser demócrata implica saber escuchar al que piensa diferente", dijo.
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